FINAL

441 37 12
                                    

Sakusa estaba triste, casi nunca pasaba que estuviera en ese estado.

Ahora mismo se encontraba en los brazos de su pareja, terminando de llorar y con su rostro enterrado en el pecho de el contrario.
Al sentir las caricias de su pareja lo hacían querer llorar de nuevo.

Sentía que había arruinado la sorpresa y sobretodo el día de atsumu.

Se supone que hoy le pediría matrimonio a atsumu en un restaurant que a ambos les gustaba y que habían ido cuando apenas se habían mudado juntos.
El restaurant era tranquilo y pocas veces había gente.
Pero sakusa al ver a tanta gente allí lo puso demasiado nervioso, desde un principio había decidido entrar sin importarle y tratar de enfrentar sus miedos, pero había chocado con los hombros de demasiadas personas, el aroma dulce, natural y suave de atsumu se había perdido entre todos los perfumes fuertes y llenos de alcohol de la gente que había allí y sobre todo... Un niño con la mano pegajosa y resbalosa había tocado su mano al momento de confundir su mano con la de alguno de sus familiares.

Tal vez esa había sido la última cosa que lo alteró, corrió afuera de el restaurant seguido de su pareja, había corrido tanto que había empezado a llorar de frustración.
No había podido darle el anillo a atsumu y sobre todo se sentía asquedo y contaminado.

Cuando porfin atsumu lo alcanzó le dió un abrazo cálido, sakusa se tranquilizó al oler ese aroma a plátano dulce.

Se fueron directamente al departamento, ya una vez allí atsumu los llevó a ambos al baño sin decir nada, cosa que alteró a sakusa, el pensaba que atsumu se había enojado con el.

Ya una vez afuera, el peli teñido puso las prendas utilizadas en la lavadora mientras se ponía gel antibacterial en las manos para asegurarle a su amado que lo tocaría y que no tenía que preocuparse.
Hacían eso vas vez que regresaban de la empresa.
Era reconfortante y a cierto modo a atsumu le había empezado a agradar.

-¿porque fuimos allí omi? No tienes que obligarte a hacerlo, ni siquiera por mi lo tienes que hacer, es tu salud mental tienes que estar bien– le dijo provocando que el pelinegro empezará a llorar y los llevará a la situación de el principio

–lo arruine...

–¿mm?

–arruine nuestra cita... Te dije ayer que no te tardarás en arreglar y terminé arruinando tu día– le dijo aún con su rostro en el pecho

–omi, no te preocupes, entiendo que te hayas puesto así, no estoy enojado y no arruinaste el día, podemos seguir aquí si lo deseas, además, tenemos más días juntos para hacerlo, no es el fin de el mundo

–yo quería que fuera especial hoy...

–¿Porque cariño?

El pelinegro se separó de su pareja tomando asiento y sacando una cajita forrada de terciopelo para ponerla en la mano de atsumu.
–te lo iba a proponer hoy, pero los nervios me mata- atsumu se había abalanzado a sakusa con un abrazo y juntando sus labios con fuerza pero con un cariño especial

–omi, no me arruinaste nada, de echo, creo que es el mejor día que e tenido en todo mi vida– mencionó cuando se separaron de el beso, solo quedando con las frentes unidas – que injusto

–¿Que pasa?

– se supone que yo lo haría primero– pucheréo, el acto hizo que sakusa sacará su tierna sonrisa y no desaprovechó para besar una vez mas a atsumu– te amo

–yo lo hago más, entonces... ¿Es un sí?

–claro mi tontito

Se abrazaron, besaron, se dieron cariños y al final de todo se quedaron dormidos cómodamente.

peluquero [sakuatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora