Capítulo 11

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No darle importancia a Danvers

Varios días después – En el departamento

- No mamá, no voy a hacer eso – era viernes por la tarde y Lena se estaba preparando para recibir a sus amigos en el departamento. Llevaba varios días sin verlos y a Samantha y a ella se les había ocurrido invitarlos para pasar el rato. Por eso, mientras Andrea terminaba las cosas en la oficina, la pelinegra se dedicaba a preparar varios bocadillos, ordenar un poco el lugar, y mirar cada dos por tres la puerta para ver si Kara se dignaba a aparecer, entre otras cosas. Estaba a punto de empezar a preparar aperitivos cuando su madre llamó y ya llevaba más de media hora conversando con ella.

Tanto su madre y su padre estaban al tanto de todo lo que había pasado con Kara y si bien su padre se mantuvo al margen de toda opinión, Abby se había vuelto la abandera de la rubia – He dicho que no madre – usaba términos que demostraba su falta de paciencia con el tema – No quiero hablar con Danvers, así como se ve que a ella no le interesa hablar conmigo. Y lo digo porque evidentemente está evitándome. Desde que la vi en su estudio no hemos vuelto a hablar, solo compartimos el domingo que fuimos a ver a Beth y... - Se ve que cuando nombró a la niña su madre dijo algo - ¿Recibiste la foto que te mandé? ¿Viste que hermosa que es? – una sonrisa aparecía en el rostro de Lena. – Si vieras lo celosa que se puso Kara cuando Titi vino corriendo a abrazarme primero, Juro que todas sus caras son adorables... - Ups eso se te escapó – No las de Kara no mamá, las de Beth – suspiró y se aplaudió internamente por su inteligente salida – Por supuesto que le di el regalo que tú y papá mandaron, pero la hermana Ana no quiere que hagamos tantas diferencias con los otros niños, asique la próxima vez acuérdate del resto – se habían ganado una gran reprendida por llevar regalos a parte sólo para Beth – Si mamá me acordé, pero no le puedo pedir a las monjas que recen para que papá tenga que dejar de tomar la pastillita azul y recuérdame mandarte el cheque de mi terapeuta – no es una conversación que una quiera tener con su madre.

Lena suspiró ante la próxima pregunta – Te dije que no hemos hablado, Kara se la pasa afuera de casa, cuando llega se encierra en ese maldito cuarto que tiene y no sale hasta que todas nosotras estamos acostadas. Cuando me levanto duerme plácidamente – Su boca hizo una mueca divertida. Se estaba haciendo una costumbre para la pelinegra, desayunar mirando a Kara dormir. La rubia tenía millones de poses y para colmo estaba inundada de almohadones, de hecho, más de una vez a lena le pareció que uno de estos se había metido entre las piernas de la rubia y tanto a ella como a la bailarina, tonteaban imaginando que el supuesto almohadón era un súper pene que Kara ocultaba. Una sola vez cuando Andrea también vio al almohadón ocupando ese lugar, Lena alcanzó a escuchar que la latina murmuró "Lo único que falta, la rarita con un raron entre sus piernas". Las tres rieron tapándose la boca para no despertar a la rubia.

- No mamá, y es la última vez que quiero que me pidas lo mismo, no voy a intentar hablar de nuevo con ella, ni tampoco quiero saber más nada de su vida. Si las cosas siguen así, esta situación va a durar menos de lo que pensaba – al parecer todo iba bien en la inversora – asique chau este departamento y chau Danvers – afirmó sintiendo como alguien golpeaba la puerta – Bueno mamá tengo que dejarte ad... SI ya te he dicho veinte veces que las tres vamos a estar en tu mega fiesta aniversario – Lena giraba los ojos mientras le abría a sus amigos y los hacía pasar haciéndole señas de que estaba con su madre al teléfono – Si madre, ya reservamos los pasajes, dile a papá que los quiero. Adiós – fin de la conversación y un largo suspiro para la pelinegra.

Lena se recostó un momento durante la puerta y con su mirada en sus ruidosos amigos se abstrajo por un momento a sus pensamientos. Claramente la misión "dejar de darle importancia a Danvers" estaba fallando, desde que habló por última vez con la tatuadora que no había podido sacársela de la cabeza. Incluso había tratado quedarse mil veces a solas con la rubia, pero era prácticamente imposible, solo Beth hizo que se juntaran y durante el tiempo que compartieron solo hablaba Lena con Beth o la pequeña con Kara, le esquivaba hasta la mirada de la empresaria. Ay Dios, como extrañaba Lena ese mirar, torcer y abrir.

I'm not for you || SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora