Capítulo 2: ¿Quién se comió los gansitos y los chocolates?

84 12 7
                                    

– Le pregunto en un rato – Contestó el chaparrito al ir ayudar a su hermano para que los primos Goenji no se pelearan enserio, ni lo iban hacer solo estaban jugando, pero sus fintas no parecen muy creíbles.

Un poquito de tiempo los primos de cabellos cremas subieron a las recamaras para atender una llamada de sus padres, puesto que el día anterior les dijeron que les iban a llamar por la tarde cuando ya llegaran a la playa.

Los gemelos Endou por su parte se quedaron viendo la televisión con calma hasta que el celular del menor de ellos sonó y al ver que era el mensaje miro con un puchero de molestia a su hermano mayor.

Los gemelos Endou por su parte se quedaron viendo la televisión con calma hasta que el celular del menor de ellos sonó y al ver que era el mensaje miro con un puchero de molestia a su hermano mayor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– ¿Quién tomó esto? ¿Fuiste tu o Masato? – Interrogo sin perder nada de tiempo el gemelo de banda naranja desde su cómodo lugar al lado de su hermano – ¿Y mis chocolates? –

Shinku al ver la foto solo escupió un poco de su agua de limón – Fue la perra...Digo fue Masato – Contestó con un puchero para su gemelo – Exacto yo también me pregunto eso –

– ¿Y por qué dejas que Masato nos tome todos así? – Volvió a preguntar el menor con resignación – Ahora quiero un chocolate – Se expresó de forma infantil.

– Pues porque tú eres de mi cuñado a parte de mi hermano – Contestó el de banda roja bien quitado de la pena – Porque es tierno – Agrego al poner ojitos de perrito regañado – Soy malo y todo pero Masato –

– No es tierno – Mamoru frunció su expresión y le sacó la lengua a su copia con cara de perrito regañado – Chocolate – Se quejo en un suspiro al no tener su dulce favorito.

– Y yo quiero un gansito – Satoru por su lado imito las acciones de su gemelo y se recostó en las piernas del arquero quien por inercia le acariciaba la cabeza.

– Ahora que me acuerdo ¿Masato no se acabó tus gansitos? – El portero tenía un vago recuerdo de lo que decía sin pensar.

– ¿Cómo que se acabó mis gansitos? Va a ver ese Masato – El delantero al estar acostado en su gemelo le empezó a picar la pansa.

– Deja mis longas – Pidió el menor porque no le gustaba que tocaran su estómago por nada del mundo – ¡Masato estas muerto! – Se burlo Mamoru al ver al mencionado pasar bien tranquilo.

– ¡Si Masato estas muerto! – Los ojos rojos del gemelo malvado brillaron al tener a su novio en la mira.

El mayor de los Goenji al ver a su novio enojado por pánico le aventó un gansito y huyo – Córrele primo que están enojados y no tengo ni idea del porque – Grito al llevarse a Shuuya de paso.

Shinku recibió el gansito y se lo dejo a su hermano, acto seguido empezó a corretear a los dos primos – ¡No huyan cobardemente! –

– ¿Me puedo comer la mitad? – Preguntó el niño más chiquito al sentir hambre y ver con gracia el escape de los peli crema.

– ¡Claro que para eso te lo di! – Grito el de banda carmesí antes de salir por completo de la casa detrás del par, cabe mencionar que se fueron al patio trasero de la mansión.

– Gracias – Dijo feliz el portero para recargarse en la ventana y ver a su hermano corretear a los dos primos.

– ¡¿Y yo porque estoy siendo jalado?! – Cuestionó Shuuya al ver que su primo lo jalo de repente y no lo soltaba para nada.

– ¡Si no tienes nada que ver con mis gansitos suéltate Shuuya! – Advirtió el jugador que buscaba venganza a toda costa.

– No lo dejes ir, cobra venganza por mis chocolates – Grito Mamoru al estar comiendo el pastelito con una sonrisa.

– ¡Ups! – Goenji se soltó de Masato y empezó a correr más rápido.

– ¡Los atrapare! – Replico el delantera al aumentar su velocidad e irle pisando los talones a su novio.

En medio de la persecución un marginal de la sociedad junto con su novio millonario llegaron bien acalorados de tanto caminar por la arena.

– Mamoru ¿Por qué Shinku está correteando a los dos sayajin? – La pregunta de Yuto hizo que el portero los notara.

El mencionado le explicó la situación al par de forma rápida... Y ya sabemos cómo es él marginal de la sociedad quien no dudo ni un momento en ayudar a su ejemplo a seguir, ahora la persecución estaba pareja.

– ¡¿Y tú porque te metes en la persecución?! – Preguntó Masato al ver a otro de sus dolores de cabeza detrás de ellos dos.

– Porque quiero y porque puedo – Respondió el delincuente con una sonrisa que iba creciendo más cada vez – Y sabemos que ustedes son los dos culpables de que los dos baloncitos se queden sin sus dulces favoritos –

Ante la acusación los primos se frenaron en secó para defenderse con buenos argumentos, pero lo que no se esperaban era que Shinku como Akio los empujaran a la piscina.

– Oigan yo ya me había bañado – Se quejo Shuuya al volver a tener su pelo todo abajo al igual que su primo quien iba hablar, pero el delantero de fuego lo agarro de los hombros y ahora lo intentaba ahogar por meterlo en el rollo – Es mi venganza por meterme en esto cabron –

– Shuuya suelta a tu primo si no vas a dejar a mi hermano sin novio – Mamoru le dio la mitad del pastelito a su gemelo y se acercó a la alberca, cabe destacar que todos tenían ropas ligeras por el mendigo calor a pesar de ya estar anocheciendo, como su Goenji no le estaba haciendo caso solo bufo – Si no subes no tendrás nada de acción todas las vacaciones –

– Te salvaste por esta vez – El más alto dejo a su primo y salió de la piscina para tomar una toalla que le dio su querido novio.

– Masato sal de una vez que no quiero dormir con alguien enfermo – Ordeno el gemelo malvado al estirar su mano para que su novio la tomara – Si me tiras al agua yo si te mato – Advirtió al leer los ojos de duda del más alto, quien al final de cuentas no le regreso la mojada.

– Oigan ahora que me acuerdo... ¿Los demás no piensan llegar o qué onda? – Al ya estar otra vez a dentro Yuto miro con detenimiento la hora en un reloj digital de color azul que estaba en la pared – Ya van a dar las nueve –

– Mi conejo te propongo que si no llegan a las 9:30 los dejes afuera – Habló el castaño de cresta al estar cargando a su novio.

– No voy a hacer eso Akio – Reprocho el castaño de rastas y mejor se levantó de su cómodo lugar para marcarles a los faltantes, solamente que el marginal de la sociedad no lo dejo levantarse, así que solo suspiro para hacer lo pensado por un buen rato – Si...Traigan de cenar tengo flojera de cocinar... Vale los esperamos – Al terminar las llamadas todos miraron al de ojos rubí – Llegan en un rato así que hay que esperarlos nada más –

Las Aventuras De Los Gemelos EndouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora