Los chicos ya estaban más tranquilos pues, su amigo ya tenía a su otra mitad con el, la tarde paso platicaron, rieron y comieron, el rubio estaba sentado en una silla junto aquel pelinegro quien era su amado.
Pronto acabaría la hora de visita, pero como siempre, los chicos se pondrían de acuerdo quien se quedaría con el en la noche.
-Yo me quedo
Dijo Mitsuya.
-Tu tienes que ver a tus hermanas mejor yo.
Contesto Draken.
-Y si mejor se queda chifuyu?
Pregunto Manjiro, a lo que los demás aceptaron, chifuyu fue al apartamento por ropa y se preparó un té, también llevo un par de cosas que sabía que le gustaban a su pelinegro, una vez listo esto se fue al hospital a pasar la noche con su amado en aquel cuarto de hospital.
-Ya llegué.
-Esta bien.
-Ten traje tu teléfono y el libro que te gusta.
-Gracias...oye porque té? Si tú tomas más café.
-Oh eso...emmm pues...
-Pues?
El rubio no dijo nada, busco entre sus cosas y saco aquel ultrasonido que se hizo.
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-Que es eso? Parece un frijol
-Jajaja baji, eso pequeñito que se ve esta dentro de mi.
-...
El pelinegro se sonrojo, abrió sus ojos de par en par, miro al ojiazul y este solo le sonrió.
-E-estas diciendo que s-sere padre?...
-Asi es...
-Y-yo...
-Estaremos bien, todo va estar bien...
-Chifuyu, esta es la mejor noticia...Te prometo luchar, luchar demasiado para ti y para ese pequeño....
Dijo poniendo su mano en el abdomen de aquel rubio que estaba a nada de llorar, pero llorar de alegría, tenía miedo de que su amado no aceptara al bebé. La noche pasó, aquel pelinegro estaba feliz, pues veía a su amado dormir, mientras el escribía algo en una libreta. La mañana llegó y aquel rubio despertó.
-Buenos días Chifuyu
-Buenos días cariño
-Durmieron bien?
-Si, claro que sí
Chifuyu bajo a la cafetería a desayunar algo, vio entrar a Mitsuya y Manjiro, los cuales vieron a Chifuyu y se acercaron.
