Los meses pasaron y el pelinegro ya cumplirá 1 año en el hospital y se acercaba el cumpleaños de este mismo y la primera navidad de los bebés.
-Okey ya está cerca el cumpleaños de Baji
Decía el rubio, a los demás que estaban en su apartamento.
-Que ideas tienen?
-No puede ser pastel, ni algo que tenga olor fuerte
-Mmmm que tal una bebida que permita el doctor y que se la tome en lo que cantamos
-Eso estaría bien
-Dejen anotar...denme un momento
El teléfono de casa sonaba
-Si?
-Sr. Matsuno?
-Si el habla
-Soy el doctor que atiende a su esposo
-Asi dígame
-Mire... lamento interrumpir sus planes para el cumpleaños del paciente pero...para el 3 de Noviembre...lo tendremos que operar...
-...Operar?
-Si mire...le explicó, al parecer cierta vena, está rompiéndose poco a poco asi que la vamos a modificar...
-...Está bien...no...no se preocupe gracias
-Si no hay de que...
El chico de ojos azules, cada vez estaba más preocupado porque ya no sabía si su esposo pasaría la noche, el día...Y claramente estaba sufriendo, comento a los demás lo que el doctor le dijo y no quedo de otra que aceptarlo. El día corrió, el rubio estaba solo en casa, con sus hijos.
Estaba tomando un café mientras veía al sofá donde estaban sus peques dormidos
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Pensando en su amado, imaginando que está sentado y sonriendo. Aquel rubio solitario y triste, seguía pensando en que hacer.
Esos días habían prohibido ver al pelinegro, así que era una tortura y una desesperación para el rubio.
