Capítulo 4

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Minho conoció a Jisung hace aproximadamente ocho meses atrás.
La primera vez que lo vio no le tomó demasiada importancia pese a que este quiso mantener una conversación con él. La primera vez que interactuaron creyó que sería algo de un día y luego cada quien seguiría su camino, pero eso cambió cuando la siguiente semana el chico regresó al lugar. De esa manera sus visitas se hicieron más seguidas hasta el punto en el que se encontraban ahora.

Hubo ocasiones en las que le preguntó porque se esforzaba en venir todos los días a lo que el castaño respondía que el lugar era más cómodo para estudiar. Decidió creerle por el momento, Minho era testigo de cómo todos los días, luego de la escuela, Jisung se sentaba en la barra y comenzaba a escribir o leer por horas, después le pediria ayuda con alguna tarea y finalmente compartirian algo para comer. A veces solo solían conversar pero mayormente trataba de no interrumpir la rutina del menor, al menos así fue durante el principio. Ahora se podía decir que habían formado una especie de amistad.

¿Era correcto llamarlo así?

De todas maneras, eran más que simples conocidos así que ponerle una etiqueta a lo que sea que ocurría entre ambos no era algo que iba a preocuparle.
Jisung era una persona constante en su vida y Minho suponía que para él sería igual. Alguien que ves seguido, suelen mantener ciertas conversaciones pero no es lo suficientemente cercano para considerarlo especial.

Asumía que esa era la manera en la que se sentía el menor. No podía imaginarse a sí mismo como alguien importante para Jisung.

El sonido de la campana en la entrada hizo que volteara en aquella dirección. El castañito ingresaba conversando sonriente junto a un chico rubio.

Eso era nuevo.

—Buenas tardes Minho, dame dos cheesecakes de fresa, por favor.—habló el chico.

Jisung tomó asiento en una de las sillas altas siendo imitado por su amigo quien abrazaba la mochila que ahora se encontraba en sus piernas observando al pelinegro al otro lado de la barra.

—Hyung, quiero presentarte a mi mejor amigo, se llama Felix.

—Entonces si tienes amigos, vaya sorpresa.—se encontraba en la vitrina para poder separar ambos pedidos.—Comenzaba a preocuparme de que tus tardes aquí eran porque nadie más te recibía en su casa.

La sonrisa en el rostro de Jisung desapareció, rodó los ojos y decidió ignorarlo ya acostumbrado a que lo moleste, mientras que su pecoso amigo al lado reía extrañado pero divertido por la especial dinámica entre ambos. Se encontraba contento de poder conocer al chico del que Jisung hablaba gran parte del tiempo.

Minho colocó ambos pedazos de cheesecake en un plato y junto con dos cucharitas lo llevó hacia los menores.

—No quiero ser maleducado así que...—dirigió su mirada ahora a Felix—Bienvenido Felix, espero disfrutes tu pedido y que la atención sea de tu grado, nos encantaría volverte a ver por este lugar.

—Gracias hyung, Jisung me ha comentado tanto sobre este lugar que tenia muchas ganas de conocer como era.—asintió y agradecido le mostró una sonrisa amable.

Era lindo.

Las pequeñas manchitas sobre su rostro y la forma de sus ojos llamaban bastante la atención, junto a el contraste con su voz le hizo pensar que aquel chico de verdad era alguien único. Ese tipo de personas con las que te encuentras una vez y luego no puedes sacarlas de tu mente. Al menos así se sentía en ese momento.

—¡Oye! A mi jamás me recibiste así.—la expresión de Han era ligeramente molesta, el ceño fruncido y su labio inferior formando un puchero hizo que Minho quisiera reír.

People Watching | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora