Corazón remendado

Entrando en labor

A través de la pantalla México veía a un Alemania sonreírle. Se le veía cansado. Lleva 2 semanas en aquel lugar.

Mex- Amor, no tienes que hablarme.

Ale- Quiero hacerlo.

Mex- Pero es de noche allá.

Ale- Esta bien. Aún estoy revisando unos documentos.

Mex- No te sobreesfuerces solo por querer estar aquí antes de tiempo.

Ale- Tranquila. Ya estoy acostumbrado a trasnochar. ¿Cómo van nuestro bebes?

Mex- Creciendo. Me siento como una ballena gorda.

Ale- Pero si estas hermosa. Extraño tanto abrazarte amor.

Mex- Yo también te extraño cariño. Cuídate quieres.

Ale- -Lo hare. Nos vemos.

La llamada se desconecta. Era de madrugada en el lugar en el que se encontraba el hombre. Se lleva una mano entre los ojos. Su lugar luce lleno de documentos. Después de dejarse caer un poco en el respaldo de su silla se levanta por una taza de café. Quiere terminar ese trabajo, pero sabe que debe de ser cuidadoso. Además estaba ese otro asunto.

Desde ese día los correos de Castilla no dejaron de llegar. Pedía, suplicaba que le devolviera el cuadro. Ahora ya sabía que la mujer en este no era su amada, sino la madre de ella. Una mujer que había muerto hacía ya muchos años. ¿Qué quería el pintor con el cuadro? Según uno de los correos el cuadro nunca debió de haber salido de su taller, fue un error cometido por parte de su ayudante. Y esa pintura significaba más para él que su propia vida. ¿Sera que conocía a la madre de México?

Ya no tenia dudas de México y su amor por él. Solo que todo ese caos de Castilla le tiene muy intrigado. Debe de consultar antes con México para tomar cualquier decisión. Exhala, toma algo de su café para seguir trabajando.

Los días se convirtieron en meses. Alemania ya lleva casi 5 meses fuera. Según la doctora los niños nacerían en cuestión de días. En la última llamada el hombre ya le había dicho que estaba todo resuelto, que volvería en cuestión de días.

Mex- Mis niños, ya quiero que su papá este aquí.

Justo en ese momento esta sola en casa. Sus padres salieron a una reunión de vecinos. Se escucha el timbre.

Mex- Voy... ¿Si?

Una mujer, bicolor roja con blanco, le sonríe.

¿¿-Hola, ¿puedo pasar?

Mex- Am, ¿Quién es usted?

¿¿-Soy Polonia, mucho gusto. Alemania y yo nos conocemos desde hace mucho. Vine a preguntarte si sabes algo de él, hace mucho que no lo veo.

Mex- Salio del país. Algo relacionado con su trabajo.

Polonia- ¿Te dejo sola? Que irresponsable, no ha cambiado nada.

Mex- Yo le dije que fuera, él no hubiese estado tranquilo si no lo hacia. –se lleva una mano al vientre. Siente un ligero dolor.

Polonia- ¿Todo bien?

Mex- Si, solo es algo pasajero. Casi estoy en época de parto, asi que es normal.

Polonia- Puede que su trabajo sea importante, pero sus hijos deben de serlo aun mas.

Mex- No lo conoce. Se preocupa mucho por...ay.

Polonia- ¿Segura que estas bien?

Mex- Si, si. Unmm...

Polonia- oye, eso no es normal. ¿Cada cuanto sientes dolor?

Mex- Cada 10 o 5 minutos.

Polonia- Oye, eso no es normal. Mejor te llevo al hospital.

Mex- Estoy bien, en serio.

Escuchan el sonido de agua caer.

Polonia- Eso fue...

Mex- Si... rompí la fuente.

Polonia- Vale, vamos tranquilas al hospital. ¿Tienes a alguien contigo ahora?

Mex- Mis papás están en una junta. Salen en Ah....

Polonia- Vale, vámonos, ya. Ya entraste en trabajo de parto. Inhala, exhala pero sobre todo no entres en pánico.

Mex- No estoy en ah...ay. Duele. Ya tienes experiencia en esto, ¿verdad?

Polonia- Si, ya tuve un hijo. Tú tranquila, tú y tu bebe estarán bien.

Mex- Son dos... uy como duele.

Polonia- ¿Dos? Vale, ya casi llegamos.

Arriban al hospital, de inmediato le sientan en una silla y le conducen al quirófano.

Polonia se queda con el bolso de la mujer, escucha una melodía. Es el teléfono. Ve en la pantalla "Amor"

Ale- Liebe, ya estoy aquí...

Polonia- Apúrate en venir al hospital, México ya entro en parto.

Ale- ¿Qué? Voy, voy para allá.