Ariana:
-¡Que dejes de gritarme!
-¡Es que me pones nervioso!
-¡Intento ayudarte!
-¡Ariana no me estoy muriendo!
-¡Lo parece!
-¡Me estás agobiando!
-¡La que se está agobiando soy yo!
-¡¿No tienes clase?!
-¡¿Quieres que me vaya?! ¡Porque si es lo que quieres me voy! ¡Además me falta dos horas para las clases!
-¡No es eso!
-¡Si lo es!
-¡No tengo fuerzas para estar gritando!
-¡Pues no lo hagas!
-¡Pues deja de hacerlo tu!
Cerré la boca dándome cuenta de que los dos estábamos a punto de clavarle algo al otro. Aun que fuera de rodillas.
Eran las seis de la mañana. Rubén se había despertado a vomitar. Estaba todo sudado y hacía unos tres grados bajo cero, lo que quiere decir que hacía un frío de cojones.
Y él estaba en manga corta con un pantalón largo de cuadros de pijama de rodillas con ma cabeza metida en la taza del vater.
-Me has asustado-Dije ya más calmada.
-Lo sé, pero estoy bien-Enarqué una ceja en su dirección.
-Ya lo veo.
-Ve a dormir, cerraré la puerta e intentaré no hacer mucho ruido, tienes clase dentro de poco-Cuando vio que su organismo se había calmado tiro de la cadena y se apoyó en la pared-Ni si quiera se que hora es-Se pasó las manos por la cara.
-Son las seis-Me acerqué a él y me senté a su lado.
-Ve a dormir-Repetió.
-Estoy bien, me quedaré hasta que te encuentres mejor-Decidí sin dar lugar a réplicas.
-Eres una cabezota-Yo sonreí.
-Lo sé.
Y de un momento a otro dejó su cabeza sobre mi hombro. Lo mire y tenía los ojos cerrados. Eché mi cabeza hacia atrás y le acaricié la cabeza como si fuera un perro.
-No soy una mascota.
-Si lo eres.
-No lo soy.
-Cierra la boca por favor.
-Vale.
Era raro. Ni si quiera ponía una replica de "¿ y quien eres tú para...?" Solo se calló. Y lo agradecí.
Mi cabeza daba tumbos. Era como una marea de pensamientos e imágenes y situaciones. Sinceramente era un auténtico caos.
-Tengo frío-Y aún así estaba sudando.
-Ve a la cama, llamare a Araziel, salía a las cinco y algo del trabajo-Me levanté y le ayude a hacer lo mismo.
Ni si quiera puso oposición a que llamara a alguien.
-¿Ari?
-La misma.
-Tienes la voz un poco cansada diría.
-Lo sé, y por eso necesito que vengas, se que deberías irte a dormir, solo necesito que me traigas un par de cosas ¿Puedes?
-Si claro, dime.
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Una Habitación Más[TERMINADA]
Ficção AdolescenteA veces alejarse de donde provienes no evita que el pasado te persiga. A veces entrar en un sitio que crees que es algo más, se convierte en un cambio radical en tu vida. A veces hacer daño o que te lo hagan deja de estar controlado por ti o por ot...