~Nathan~

32 2 109
                                    

Ariana:

¿Alguna vez habéis estado en un avión dos horas con un niño llorando y un gilipollas a vuestro lado? ¿No? Pues dejame decirte que te odio.

-¡Rubén!-Le grité sin poder aguantarme más.

-¡Es que no se calla!

-¡Ya lo sé!-Rodé los ojos.

-No lo aguanto-Volvió a decir por quinta vez.

-Anda, nueva información-Ironicé.

-Odio tu sarcasmo.

-Yo te odio a ti.

-Pues bien que me has invitado.

-Me dabas pena. Ahora tengo ganas de matarte.

-Vamos avanzando entonces.

-Luego soy yo la del sarcasmo.

-¿A tu padre le hará gracia verme allí si ni me conoce?-Si, esa era toda su puta preocupación.

-Rubén, le he hablado de ti, sabe quien eres, y sabe porque vienes conmigo, así que cállate de una puta vez-Me giré cuando el niño de atrás me tiro del pelo.

-Lo siento-Se apresuró a decir la madre cuando vio mi cara.

-Mire señora, falta media hora de vuelo, su hijo no ha dejado de dar el coñazo, y encima me tira del pelo, así que abreviemos esto, o calma al niño, o abro la puerta del avión y sale volando-No había rastro de broma, porque no lo era.

-Solo ha sido un tironcito...-La interrumpí cabreada de verdad.

-Que le tire a usted de los pelos del coño que para eso es hijo, no te jode-Me volví en mi asiento cabreada.

-Puta.

Y ahí reventó todo. Se creía que por su tono de voz no la había oído. Pues se equivocaba.

-Tranquilízate-Y al parecer Rubén también.

-La puta soy yo cuando no tienes más de veinte años, vas sola en un avión con un niño pequeño, y no sabrás ni quien coño es el padre, vaya ironías ehh-Por su cara deduje que había dado en el clavo.

-La madre de Dios-Rubén intentaba no reírse y negaba con la cabeza.

-No me conoces de nada-Y aún así lo intentaba disimular.

-Ni quiero, pero creo que tu hijo si querrá conocer al padre-Le sonreí lo más falsamente que pude y me volví a sentar bien.

-Me gusta cuando no soy yo al que le hablas así-Sonreí.

En la media hora siguiente en niño no lloro más y no tuve que tirarlo por ninguna parte. Tampoco tuve que volver a dirigirle la palabra a la madre.

Y por fin llegamos ya a tierra. Como odiaba los vuelos. Prefería ir en coche.

Después de recoger nuestras maletas, recorrí cada rincón del aeropuerto en busca de mi padre.

Y al final lo encontré cerca de la salida, donde menos gente había. No le gustaba estar donde había una multitud, que para él era más de seis personas.

Casi corrí, notando como Rubén me seguía intentando alcanzarme.

Al llegar deje la maleta a un lado y abracé a mi padre con las ganas que llevaba acumulando durante los tres meses que había estado en Madrid. Aspire su aroma, esa vieja colonia que le regalo mamá una vez por Navidad y que desde entonces no ha cambiado.

-Como te he echado de menos-Susurré separandome.

-Y yo cariño-Su mirada fue a parar al chico que tenía detrás.

Una Habitación Más[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora