Lluvia De Emociones ||Jimsu|| Omegaverse

Cinco

Una linda casa de dos pisos era el hogar de Yoongi, las paredes pintadas de celeste con un toque de blanco, el interior tenía un rosa pastel. Era simplemente hermoso. Entraron en silencio y se quedaron así en la sala, donde reposaban unos hermosos muebles de color morado claro.

— Yooni cachorro, tengo que volver por tu padre — Namjoon envolvió con cuidado a su pequeño Niki en sus brazos — volveremos algo tarde ya que iremos a casa de Hobi — el omega asintió.

— Está bien, papá.—  Su Lobito está feliz por poder pasar tiempo con su alfa. — Maneja con cuidado, te quiero.— Vio salir a su padre, escuchó el sonido del auto marchándose.

El silencio invadió; sus nervios estaban a flor de piel. Ninguno sabía cómo actuar, pues dar el primer paso les resultó difícil. Cinco minutos y el Omega bufó en su interior.

Yoon, háblale. Pregúntale algo. Ahh, quiero escuchar su linda voz, Yonni por favor.

Su Lobito meneaba la colita, esperando ser escuchado por su humano.

Está bien, Gigi, pero estoy nervioso.

Suspiro profundo, pero antes de poder hablar, el alfa lo interrumpió.

—Yo... yo quiero darte las gracias.— Yoongi sonrió tímidamente al escuchar el nerviosismo en el alfa.— La verdad no sé cómo actuar ahora mismo. — Era sincero, jamás pensó encontrar a su mate aunque muchas veces rogó a la Luna que le permita hallarlo. —Los dos sabemos sobre nuestro lazo.

Yoongi tomó valor para acercarse y sentarse junto a Jimin. —Solo debemos ser nosotros mismos, para mí también es algo nuevo.— Sus manos picaban por tocar la piel del alfa. —No pensé encontrarte,  pero aquí estamos y no quiero ser indiferente ante este sentimiento, aún en la situación en la que nos conocimos y en la que estamos ahora.—Su seguridad era tan clara que el alfa se sintió timido ante su Omega.

Los dos estaban cohibidos, los nervios invadiendo sus anatomías y el deseo de pertenecerse en aumento. Jimin se mantenía más tímido que Yoongi, sus mejillas eran tan rojas como un verdadero tomate y sus pequeñas y gorditas manos le sudaban por la cercanía en la que tenía a su omega, mientras Yoongi solo quería seguir llenando su sistema con el exquisito aroma de su alfa.

— Jimin — la voz del omega opacó el silencio — sabés, desde que te encontré, anhelé ver tus ojos y conocer todo de ti — sus miradas mezclándose — no puedo explicar lo que tú provocas en mí, pero deseo tanto tomar tu mano y jamás soltarla — un brillo inusual destelló en sus orbes grises — si tú, tú me aceptas, yo te pido, deseo — la timidez lo envolvió de repente, apretó sus puños y con seguridad volvió a hablar — Jimin, alfa, ¿me permites cortejarte?

Todo sonaba tan apresurado, tan incoherente, pero en el fondo sus sentimientos estaban claros, su naturaleza era esa, su lobo exigía estar cerca del otro, y aunque estaba siendo un poco irracional, no dejaría de apresurar algo que al final sucedería.

Jimin abrió sus ojos grandes, no podía creerlo. Siempre había escuchado y visto que era el alfa quien pedía el cortejo, no el omega. Pero ahí estaba Yoongi, su Yoongi, su Omega, esperando ansiosamente su respuesta.

Nuestro Omega es Único — el lobo alfa meneaba su cola en admiración.

Lo es Mimi y es nuestro — respondió Jimin igual o más eufórico.

— No me respondas ahora — Yoongi tuvo miedo de haber arruinado todo, pero no daría marcha atrás — puedes tomarte el tiempo que necesites, sé que es algo extraño y te entiendo, así que no te sientas presionado — terminó bajando su cabeza y su lobo igual bajó las orejas.

— Omega — la voz del alfa era grave y ronca — esta pregunta es algo inusual — una linda sonrisa cautivó a Yoongi, quien volvió su mirada hacia arriba — pero eres tan valiente y único, y eso te hace aún más especial — su voz estaba repleta de orgullo — rompiendo un viejo estereotipo, me demuestras una vez más cuán afortunado soy por tenerte — tomando sus manos y sus ojos marrones adquiriendo una leve coloración verde, pues humano y lobo estaban presentes — Yoongi, mi Omega, acepto ser cortejado por ti.

Las reglas se hicieron para romperse, no siempre todos vamos a navegar en el mismo barco y no siempre vamos a hacer lo tradicional. Yoongi se atrevió a lo que muchos no, y eso causó más que una gran admiración en Jimin, pues su Omega estaba dando el primer paso para unirse como pareja.

Quiero aclarar que ellos, al ser destinados, van a estar bien conectados y todo va a ser bien intenso, pero tampoco se van a apresurar con intimidad y esa vaina, son intensos pero no libertinos, jajaja. Bueno, disfruten mucho.

Mill🖇️