Pecado (Chanbaek)

20

-Baekhyun-
En la mañana fui a ver a Yeol como siempre, estaba un  le haya durado mucho, toqué su puerta rogando internamente que me dejara pasar.

—Adelante.

Me emocioné al escucharlo, entré y estaba viendo su computadora, no sabía que hacer, me acerqué nervioso hacia él.

Yeol....

¿Uh?— seguía mirando su computadora sin mirarme.

—Olvidemos lo que pasó ayer, fue un malentendido... —

—¿Malentendido?, te metiste en mis planes.

—Yeol, ya te dije que lo siento, no quiero separarme de tí por esto.

Yeol cerró su computadora, y se acercó a mí de manera amenazante.

—Tu maquillaje... hoy te maquillaste de más, ¿crees que así te voy a perdonar?

—¿uh?

—pues sí, si te voy a perdonar solo por que eres demasiado lindo.

Yeol me besó y yo obviamente le correspondí, poco a poco subían de tono sentí como sus manos acariciaban mi espalda baja y su manos poco a poco subieron hacia mis pechos.

¡Ouch!. — olvidé que me había hecho recientemente los piercings de mis pezones.

—Lo siento, no recordaba que te habías hecho esas cosas.

—Veo que si te gustaron mis piercings aunque te hayas enojado un poco.— reí

—No me enojé, tonto.

—¿No?, entoces ¿por qué cambiaste cuando te los enseñé?

—No es eso, me puse nervioso, me gustaron, pero joder, estás loco ¿cómo se te ocurre hacerte eso?.

Los dos reímos.

—¿Te duelen mucho?

—Si, duelen pero el dolor se pasará en unos días, ¿por qué tienes esa obsesión de agarrarme mis pechos?, eres un pervertido.

Las orejas de Chanyeol se pusieron rojas junto con sus mejillas.

—Eres un tonto, no soy un pervertido, olvidemos ese tema, tengo que hablar contigo siéntate.

Los dos nos sentamos juntos en el sillón.

—Tengo planeado robar el banco de Seúl, ahí hay muchas riquezas de tu familia y quiero empezar por eso.

Miré a Yeol preocupado y a la vez sorprendido.

—Pero... El sistema de seguridad ahí es demasiado estricto, es imposible robar ahí.

Tu sabes los códigos para entrar ahí ¿no?, todos el rey y su familia los saben.

—Lo sé.

—Tengo que planear esto en cuatro semanas, solo necesito que me des los códigos, no es necesario arriesgarte.

—Yo quiero ir, no quiero dejarte solo

—¿Estás loco?, si regresas ahí y te reconocen, todos vamos a morir.

—Es imposible que me reconozcan por mi color de cabello, mi maquillaje y mis piercings.

—Es peligroso, por favor, hazme caso.

—Prometo que estaré bien, sin mi no van a poder salir de ahí

—¿Por qué insistes tanto?, deja insistir, ya te dije que no puedes

—¡Voy a ir!, tu no puedes prohibirme cosas

—Si puedo por que soy tu jefe.

—Voy a ir, no me importa si no quieres