Veela Haer

Capítulo 3: ¿Support?

Veela Heart 

Autora: Slayer_of_Destiny

Traductora: Akira-Taisho-Uchiha

Capítulo 3: ¿Support?

Harry repasó unas cincuenta y nueve formas diferentes en las que podría manejar y llevar a cabo esta próxima conversación con sus amigos. Tenía que decírselo, y lo antes posible, antes de que se enteraran de otra manera... o lo vieran en la segunda clase arrullando a Draco, acariciándole el pelo o simplemente abrazándolo, a tenor de cómo habían ido las cosas en las últimas doce horas o más.

Por interés, cuanto más se alejaba de las habitaciones de Lucius, intentaba encontrar aquellos viejos sentimientos que había tenido por los dos rubios. Pero no pudo encontrar nada más que la cálida, aceptada y amada sensación de hogar y felicidad que había estado construyendo desde esta mañana. Casi aún podía sentir los besos de Lucius contra sus labios, el aroma de su compañero seguía sobre él, rodeándolo. Se detuvo en medio del pasillo. Al parecer, su mente ahora no sólo suministraba a Draco como su joven o cachorro, sino que ahora destacaba a Lucius como su compañero.

Sí, definitivamente tenía que decírselo cuanto antes. Cuando empezó a caminar de nuevo se concentró en la sensación de las bolas gemelas de calor y sentimiento que se habían formado en su pecho, una para cada uno de los Malfoy. Todo había sucedido tan rápido, encontrar a Draco, la ira y la furia puras, la necesidad de herir, de proteger, de parar. Severus encontrándolo consolando a Draco y llevándolo a sus habitaciones y Lucius entrando. Y entonces, todo encajó. Lucius era una cosa fina para contemplar, guapo y básicamente impresionante. Siempre lo había sabido, lo había reconocido, pero lo había enterrado en el fondo de su mente.

Y entonces, el mismo lugar que tiraba de los sentimientos de protección hacia Draco y de la necesidad de cuidarlo, lo arrastró hacia Lucius. A pesar de ver la ráfaga de emociones que rodaban por los ojos de Lucius cuando miraba a Harry, las dejó a un lado, dejando de lado sus propios sentimientos y necesidades para centrarse en su hijo cuando le contaron lo que había pasado. Y fue entonces cuando la última pieza encajó en su sitio, la última reserva se despejó de su mente y cuando llegó el momento de tener que tomar la decisión sobre la relación que podían tener, había sido sorprendente y sorprendentemente fácil. Su mente, o más bien su corazón, le había dicho que era una oportunidad, una oportunidad de ser total y completamente amado por lo que era exactamente, una oportunidad de tener una familia, de que alguien lo amara sin interesarse por su dinero, su fama o nada parecido.

Lucius le estaba ofreciendo mucho y lo único que quería a cambio era que Harry le diera lo que quisiera, lo poco o lo mucho que quisiera.

Sentía el pecho un poco más apretado cuanto más se alejaba de Lucius y Draco, la preocupación que sentía por Draco y por estar lejos de él tan pronto después de lo que había estado a punto de ser... después de lo que había sucedido, por no hablar de lo nuevo de su relación con Lucius. Podría haber permanecido felizmente en aquellas habitaciones durante los siguientes meses.

Cuando entró en la sala común de Gryffindor estaba completamente desierta, tal y como esperaba, las seis de la mañana era demasiado temprano para cualquier Gryffindor que se precie que no se haya encontrado en la cama a las ocho de la tarde y se haya ido a dormir de verdad. Respiró hondo y no estaba preparado para hacer esto, pero su límite de tiempo le hizo conjurar su patronus y enviarlo a buscar a sus amigos.

Se acomodó en el sofá más cómodo de la sala común, que era un sofá rojo, maltratado y lleno de parches, justo enfrente del fuego. Sonrió cuando el fuego cobró vida antes de que, para su sorpresa, apareciera un elfo doméstico de aspecto tímido. Por lo que sabía de los elfos domésticos, éste parecía bastante joven.