𝒕𝒉𝒆 𝒃𝒐𝒚 𝒏𝒆𝒙𝒕 𝒅𝒐𝒐𝒓 | moonbae

twenty-eight

Todo estaba yendo normal el día de hoy, pero parecía ser el día más caluroso del verano. Incluso ya estaba sudando bajo mi hoodie.

—¿No tenéis calor? —cuestionó Felix, tirado en mi cama con la cabeza colgando en el aire. Hyunjin jugaba con los dedos de él como si fueran lo más interesante y divertido del mundo.

Aquellos dos se traían algo.

Sunwoo y yo miramos a Felix cuando la partida terminó, ambos envueltos en nuestros hoodies negros.

—Siempre es buena época para usar hoodies —dije sonriendo.

—El calor es para débiles —contestó Sunwoo.

—Sun, estás sudando —rió Hyunjin con burla.

—¡Mentira!

Ambos comenzaron a pelear como ya era costumbre.

¿Por qué estaban ellos allí? Bueno, simplemente el campamento terminó y ya tenían lo que quedaba del verano libre, pero solo pudieron venir ellos tres. Chanhee y Changmin estaban haciendo cosas de chicos legales que yo aún no podía hacer y Jacob ayudaba a su hermano a empacar sus cosas de la mudanza.

Me ofrecí para ayudarlos a empacar, pero Jacob dijo que no era necesario y que vendría a mi casa en la tarde.

—¿Por qué Haknyeon no vino? —preguntó Felix a Sunwoo, ya que este sabía todo lo que Haknyeon hacía.

Sí... ellos seguro también tenían algo. Al final todos acabaríamos siendo homosexuales y emparejados. Aunque Keeho parece ser un alma libre y Younghoon siempre ha tenido novias. Hyunjoon era un completo misterio.

—Haknyeon se fue a Jeju a visitar a su familia —dijo Sunwoo estirándose en el suelo para luego tomar unas cuantas papitas del cuenco que Jaehyun nos había preparado—. Estaba emocionado por volver a ver a su primo Seungkwan.

—¿Tiene un primo? —dijo Felix boquiabierto.

—Sí, es mayor que nosotros. Dijo que posiblemente nos lo presente cuando lo visite aquí en Gwangju.

Felix se emocionó por conocer a alguien nuevo y Sunwoo se acabó los snacks en dos segundos para luego levantarse.

—Tenemos que irnos, Kev, mi mamá está terminando el almuerzo y tenemos que tomar un autobús de dos horas.

—Odio ir en autobús —se quejó Felix, arreglando su ropa y ayudando a Hyunjin a levantarse también de la cama.

—Cuando tenga mi licencia de conducir, te llevaré a donde quieras. —sonrió el chico.

—Jinnie, eres pésimo aprendiendo. Seré yo quien te lleve a todas partes.

—Cierto.

Todos reímos y salimos de la habitación.

Cuando los despedí, Jaehyun me sorprendió detrás de mí. Casi me desmayo del susto y mi grito excesivamente agudo lo demostró.

—Dios, Kevin. Entiendo que ames usar hoodies, pero estamos a casi cuarenta grados. Vas a enfermar.

—¿Me diste el susto de mi vida solo para decirme eso?

—No, iba a decirte que te prepararas. Nos vamos a la playa.

Esperen... ¿qué? ¿he oído bien?

—¿Qué has dicho? —pregunté riendo— Creí entenderte que vamos a la playa. Qué loco, ¿cierto?

—Eso he dicho.

Doble ¿qué?

—Pero no te gusta la playa.