Capítulo 23.

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Paso el fin de semana.

Tenia casi dos días sin ver a Dante, no había tenido comunicación con el en todo ese tiempo y el tampoco me busco después de lo que paso, tampoco no me atreví a llamarlo aun quería terminar de procesar todo lo que había pasado ese día.

Había pasado todo el fin de semana junto a mi abuela comiendo galletas, viendo películas y novelas, el fin de semana perfecto con mi mejor amiga, mi amada abuela.

—Laurenth, ¿Estas bien?—Pregunto Bárbara, ya estábamos terminando la clase de hoy, solo recogíamos nuestras cosas.

—Si, claro, solo estaba pensado algunas cosas—Respondí y le dedique una pequeña sonrisa.

—Tenias cara de tragedia, ¿Ocurrió algo?—Pregunto preocupada.

Termine de recoger mis cosas y respondí—No pasa nada, no hay nada de que preocuparse—Lo dije lo mas natural y tranquilo que pude.

—Esta bien, entonces ¿Nos vamos?—No dudo en lo que le dije.

—Claro.

Bárbara y yo nos despedimos, y cada una subió a su auto, se sentía bien ya no depender del metro, de un autobús o un taxi, tener que llegar 15 minutos tarde o hasta mas. En serio que esto fue lo mejor que pude haber hecho.

Después de una larga jornada de trabajo y clases, llegue a casa, note una camioneta de vidrios poblados estacionado frente a la entrada de mi casa, ya me imagino de quien será.

Entre a casa pero no vi a nadie en la sala de estar, tampoco estaba mi abuela, entonces recordé que ella tenia un juego de Bingo esta tarde con sus amigas. Me intrigaba y me asustaba un poco, hasta dude si la camioneta era de Dante. Subí a mi habitación y justo como me lo imagine Dante estaba esperándome en la cama pero no como esperaba, estaba dormido.

Me alarme cuando note que tenia un moretón en el rostro o varios y rasguños, sin querer inconscientemente se me escapo un chillido, me tape la boca con mis manos atemorizada de despertarlo.

—Laurenth...—Lo escuche susurrar, entre abrió sus ojos y me miro. Temerosa me acerque a el lentamente hasta poder sentarme a un lado de el en la cama.

—Dante.—Acune su rostro con mis manos examinándolo para verlo mejor, parecía haberse peleado con alguien, tenia el labio partido, una cortada en la ceja, el moretón en su pómulo, igual que algunos rasguños.

El solo me miraba determinadamente, como si no me hubiera visto por muchísimo tiempo, su mirada fría estaba en mi penetrándome cada segundo. Mire sus manos y pude notar que sus nudillos estaban rojos, irritados y botaban sangre, Dante se había peleado con alguien.

—¿Qué mierda Dante?, ¿Qué te sucedió?, ¿Con quien te peleaste?, ¿Estas herido?, Dime si estas herido.—Lo bombardee con preguntas las cuales no me respondió ninguna, solo me miraba y me miraba, así que tome la iniciativa de ver su abdomen y pecho revisando su no estuviera herido, y gracias a dios no lo estaba.

—Dante, por favor, Dime si estas bien—Acaricie con una mano su rostro, el me miro una vez mas pero esta vez con dulzura y me sonrió podría jurar que era las mas bonita sonrisa que había visto en mi vida.

—Nena, estoy contigo, claro que estoy bien.—Lo dijo, y cuando lo dijo fue de una forma tan tranquilizadora, me sentí estable si el me lo decía, había tanta paz atrás de sus palabras, sabia que le dolía su rostro eso era obvio, pero el hacia sentir que su dolor era mínimo cuando estaba conmigo.

—Voy a traer el botiquín de primeros auxilios, debo curarte y luego me explicaras que paso—Iba a levantarme de la cama pero el mucho antes tomo de mi brazo y me acerco a el, hasta quedar frente a frente, junto nuestros labios y sin importar el dolor de su labio, me beso.

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⏰ Última actualización: Feb 10, 2022 ⏰

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