Tentación

Capítulo 7.

Cuando abrí mis ojos, era de noche. Mire la habitación y me di cuenta que no tenia ni idea de donde estaba.

Estaba acostada en una cama enorme, iluminada solo por la luz de una lámpara me dolía un poco la cabeza ¿Donde estoy?

La habitación era cálida, elegante y muy oscura, había un gran ventanal donde se situaba un gran balcón y desde el cual había una vista impresionante del jardín.

¿Que diablos paso?

Mire hacia otro lado de la habitación y me congele al ver a la figura totalmente oscura de Dante sentado en una gran silla junto a la cama viéndome fijamente.

Mire si aún llevaba puesto el vestido y gracias a dios aún lo tenía. Entonces recordé los eventos de esta noche, con horror miro a Dante quien me da una mirada fría.

—Tomate está pastilla, no quiero que te vuelvas a desmayar—Oí su voz masculina, luego señalo la mesita de noche donde había un vaso de agua y una pastilla a su lado.

Ni siquiera me moví.

—No te haré daño si es lo que piensas.

—Mataste a un hombre...—Susurré habían rastros de lo que había pasado en mis ojos.

—No acepto la desobediencia—Dijo y volvió a señalar la mesita de noche.

—¿Que pasa si lo soy?

—No me provoques, Laurenth—Siseo a través de sus dientes.

—Bien, lo haré—Me acerque a la mesita de donde ante la mirada de Dante, tome el vaso con la pastilla y las ingerí.

—¿Que demonios hago aquí?—Espeté—¡Contesta, malditasea! Eres un criminal.

—Llámame como quieras Laurenth, criminal, mafioso, gangster ¿Crees que ahora lo sabes todo?—Preguntó—Me doy cuenta de que necesitas una explicación.

Quería hacerle miles de preguntas, los miles de pensamientos en mi cabeza me dejaron sin aliento. Todo parecía encajar la seguridad, los carros, esta casa.

—Jamas he matado matado a una persona inocente Laurenth, lo puedo jurar—Dejo claro, en sus ojos parecía ser muy sincero pero no sabía si confiar en él—Ese hombre se lo merecía era...

—¿Igual que tú?—Apretó su mandíbula.

—Peor que yo Laurenth—Contesto—Mato almas inocentes, delitos peores creo que hacer tratos con el por conveniencia no fue lo mejor que pude haber hecho.

—Me estas tomando el pelo—Entrecerré lo ojos—¡Me voy a casa!—Mi tono se voz se elevó.

—No te irás.

—Mira—Me levanté de la cama y caminé hacia la puerta, luego sentí como me halo hacia el, oscuro me agarró la pierna y me tiró en su dirección. Me caí y arrojé mi muslo contra el suelo, me arrastró sobre el suelo, Rápidamente soltó el tobillo de mi pierna derecha, que tiró, y me agarró las muñecas. Me tiré por todo el lugar, tratando de liberarme.

—¡Sueltame, joder!—Estaba gritando.

De un momento Dante con una sola mano tomo mis muñecas y la otra sostuvo en mi cintura, me elevó y nos tiro en la cama quedando su cuerpo sobre el mío.

Estaba pegada a él, podía sentir cada músculo de este hombre extremadamente armonioso.

—Te ruego que me dejes ir a casa—Susurré mirando sus ojos fríos penetrandome.

—No puedo, hay gente buscándote, queriendo asesinarte—Un montón de miedo inundó mi cuerpo—Colabora Laurenth, no me estas haciendo fácil la tarea—Su tono de voz me intimidó y me dejo claro de que tenia que cumplir las condiciones de este hombre si no quería que mi vida corriera peligro.