Remember how you watched me leave

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Era la mitad del verano, mas Annabeth tiritaba bajo el árbol en la esquina del correo. La calle estaba desolada a esa hora una tarde de domingo.

—Podemos hacer esto —recordó decirle—. Volveré en las vacaciones y-y en el verano y hablaremos todos los días...

—Annabeth...

—Vendrás a L.A. cuando puedas e iremos al Muelle de Santa Mónica y al Observatorio y a Hollywood Boulevard—las lágrimas le nublaban la vista y le temblaban las manos.

¿Es que no entendía? ¿Acaso no quería que se quedara?

—Annabeth, para.

Acercándose, tomó su rostro como siempre lo hacía, delicado. Le acarició el pelo calmándola, aunque también estaba llorando. Sabían que esto iba a afectar a su relación. Ella eventualmente se iría a estudiar y Percy se quedaría trabajando en el puerto con su padre.

Lo habían hablado y habían decidido no hacerse eso. La distancia, la ansiedad, la incertidumbre. En algún punto pierdes la confianza y la cercanía. Sabían que a ellos no les funcionaría porque siempre habían estado juntos. Eran el equipo perfecto y no estaban dispuestos a sacrificarlo. Pero llegó el momento y Annabeth se arrepentía mucho. Quería seguir con él. Y él quería que se quedara. Lo gritaba con sus ojos.

—Quiero que cumplas tus sueños, Annie— soltó una especie de sollozo—. Quiero hacer feliz a esa niña que soñaba construir un mundo mejor y luchó toda su vida por ello. Te amo y nunca haría nada que te aleje de tu meta. No voy a pedirte que te quedes.

—Ya no soy una niña. También eres mi sueño, eres mi meta, Percy.

Le dio una sonrisa cálida, a pesar de las lágrimas en sus ojos, y la envolvió con sus brazos, su aroma y su vieja camiseta azul que ella tantas veces había tomado prestada.

—Entonces nos volveremos a ver —lo dijo tan bajo que pareció un suspiro. Annabeth lo escuchó como si fuera una sentencia—. Annabeth Chase no abandona sus objetivos. Y yo tampoco.

Y la besó. Fue un beso tan amargo que no pudo dejar de llorar en ningún momento pero al final, se volvió dulce. Fue como si una parte de su cuerpo pudiera dejarlo en pausa hasta que sea el tiempo de verse de nuevo.

Todos la acompañaron al aeropuerto. Se despidió con una mano y una sonrisa apagada. Lo miró a los ojos, esos que reflejaban las aguas más claras y que brillaban con el sol, tratando de exprimirlos en su memoria, hasta la próxima vez que se encontraran.

🖤🖤🖤

Hola! Este es el segundo capítulo, muy cursi, muy corto, pero muy necesario jejeje ✪ ω ✪

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Nos leemos 💌

'Tis the damn seasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora