Catalina seguía sumida en la tristeza, es por eso que, su hermana Julieta, sabiendo el amor que su abuela Catalina le tenía a su hermana, hablo con ella para enterarla del asunto, si alguien podía ayudar a Catalina era ella.
─¡¡Abuelita, soy Julieta!!
─¡¡Hija ¿Cuándo llegaste?
─Prácticamente acabo de llegar.
─¿Y cuándo vendrás a visitarme a Guadalajara?
─Abuelita creo que esta vez necesito que tu seas la que vengas a visitarnos a nosotros.
─Hija que está pasando y quiero la verdad, sabes muy bien que no me gusta el clima de Hermosillo.
─Si lo se abuelita, pero Catalina te necesita.
─¡¡Katy!! ¿Qué pasa con ella, dímelo por favor!!
Julieta a grandes rasgos le contó todo lo referente a Catalina, al terminar, su abuela reacciono tal como Julieta lo esperaba.
─Salgo en este momento para allá.
─Abuela no te precipites, ya casi es de noche espera a mañana.
─Tienes toda la razón, haré mi maleta y le diré a Nathan que tenga listo el helicóptero para mañana a primera hora.
─Abuela se discreta por favor.
Con lo de discreta, te refieres a que no le diga a Katy de cómo me enteré por lo que está pasando, olvídalo, sabes bien que me chocan las mentiras.
─Está bien abuela, de todas formas, ella se va a enterar, por ahora solo Altagracia y yo lo sabemos, bueno y ahora tú.
En cuanto Julieta colgó el teléfono, doña Catalina hizo otra llamada por teléfono.
─Cayetana ¿Cómo estás soy Catalina?
─¡Catalina que gusto oír tu voz!
A pesar de las diferencias que tenía doña Catalina con su nuera, llevaba una bonita amistad con su consuegra Cayetana.
─Lo mismo digo, necesito pedirte un favor.
─Claro que sí, ¿Dime que se te ofrece?
─Necesito que me hospedes en tu casa por unos días.
─Claro que sí, aunque no entiendo porque no te hospedas en casa de tu hijo.
─Lo sabes muy bien, ya que no es un secreto que tu hija y yo nos caemos como un grano en el culo.
─Ja, ja, ja tú siempre tan ocurrente.
─Todavía no entiendo que te hayas ido a vivir a Hermosillo con el horrible clima que tiene, tan cómoda que vivías en la ciudad de México.
─Ya te lo dicho más de una vez, por estar cerca de mi hija y mis nietos, desde que quedé viuda me sentí muy sola, ¿Cuándo llegas?
Mañana a primera hora salgo para allá.
Las mujeres se pusieron de acuerdo y al día siguiente doña Catalina estaba instalada en la casa de Cayetana, ésta le confió el motivo que la había llevado a Hermosillo.
─Esto que te estoy confiando, no es para que lo andes pregonando, hasta ahora ni mi hijo ni tu hija lo saben, por lo que te pido que te hagas la sorprendida cuando te lo digan ya sea tu hija o la propia Katy, ahora por favor llama a mi nieta y dile que venga.
─Yo te puedo llevar a su casa.
─Por ahora no quiero que nadie sepa que estoy aquí, necesito hablar con mi nieta sin que nadie nos interrumpa, y, no voy a terminar de poner un pie en su casa cuando toda la familia sepa que estoy de visita, conozco muy bien cómo se las gasta el servicio, por cierto, puedo confiar en la discreción de tus muchachas.
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Conflictos,
RandomLa mayoría de las personas creemos que el camino de la vida de la gente adinerada es muy fácil, pero nada más alejado a la verdad, también ellos encuentran en su camino, lagrimas, enfermedad y muerte. Leduc Virreyes y Borja Palacios, son los ilustr...