Pasaporte

25

Helena

Nilak me arrastra al interior del hotel una vez llegamos a Cartagena, la ciudad sigue siendo hermosa, a pesar que casi son las dos de la mañana, Valentina duerme plácidamente sobre el hombro de su papá, mientras yo suelto un bostezo, de 24 horas del día, estoy durmiendo 23, ya parezco Koala

¿Será posible que tenga un Koala de mascota o  ya estoy diciendo cosas sin sentido?

—Ya que todos están durmiendo, la sopresa quedará para mañana — anuncia Nilak, asiento medio dormida, quiero volver a dormir, le pido a la recepcionista la llave de la habitación y subimos al ascensor, me recuesto sobre su brazo, de verdad que estoy cansada, cómo si llevará años sin dormir, y eso que esto apenas está comenzando, no me quiero imaginar cuando el pequeño intruso o intrusa dentro de mi empiece a crecer

Al parecer dormiré todo el día

Las puertas del ascensor se abren y Nilak me jala hasta la suite, gracias a Dios que es alto y fuerte y puede con ambas, ya que casi me carga a mi también,  deja a Valentina sobre una cama y me lleva a mi a la otra, solo me quito los zapatos y gateo hasta la almohada, lo escucho reír pero no me importa, tengo mucho sueño, así que al cerrar los ojos lo último que siento es como la cama se hunde bajo el peso de alguien más y que ese alguien me arrastra a su pecho, anclando la mano en mi vientre y suspiro con media sonrisa, solo así me dejó llevar por los brazos de Morfeo

* * *

Entrecierro los ojos, por la intensidad del sol que da a mi cara como su punto muerto, jadeo y luego suspiró, tomando la mano que me ofrece Nilak, Micah paso por Valentina más temprano, así que solo somos el y yo, el cual me dedica una sonrisa, caminamos entre las personas hasta llegar a un restaurante con vista al mar, papá le dedica una mala mirada al hombre que me arrastra

Mamá rueda los ojos, dedicándome una sonrisa, está toda mi familia, incluida Vanesa quien también me sonríe, parece que todos guardarán un secreto que yo aún no se descifrar, por lo que arrugó el ceño sientender y empezando a fastidiarme, saludo a todos, dejando que Valentina se siente en mis piernas

Nos traen la comida, al parecer ya todos habían pedido, y solo esperaban por el belga y por mi, el y su hermano empiezan a hablar en holandés mientras yo me pierdo en la inmensidad del mar, recordando las palabras de ayer y el como acepta este bebé, suspiró, y como de a poco, sin hablar con nadie, ayudando a Valentina también a comer pero no mucho ya que ella es bastante independiente

El postre llega con un conjunto vallenato, entonando la canción de Kaleth Morales que bailamos la vez que le estaba enseñando a hacerlo, enarco una ceja, y giro mi vista para verlo, me dedica una sonrisa y se inclina para dejar un beso en mi nariz, hago una mueca con la boca después de eso, que a él parece no importarle, me ofrece el postre y antes de empezar a comerlo cubro mi boca con sorpresa viendo el pequeño diamante que adorna mi postre

De nuevo mi vista viaja al belga que se aclara la garganta y antes de que pueda decir algo todos en la mesa empiezan a aplaudir, ahora entiendo el porqué esta presente mi familia, el secreto que todos ocultaban, el porque tanto misterio, trago en seco tomando el pequeño anillo, y lo observo en silencio, no se si sonreír o preocuparme, de nuevo todo las inseguridades, las dudas, como cuando descubrí que estaba embarazada, todo eso invade mi mente

Me atragantó tomando agua, cuando por fin decide hablar, con su mano toma mi mentón conectando nuestras miradas, haciéndome dejar de ver el diamante, haciendo que las dudas sean solo más inseguridad que le transmito através de sus orbes castañas

—Diría que es porque tu papá me obligó — habla en su mal español, aprieto los labios, los ojos se me llenan de lágrimas pero no por la emoción, sino por todo lo que está pasando por mi cabeza, las personas de la mesa se ríen excepto papá — pero más que todo es por mi y por nuestro bebé, así que dime, ¿Quieres casarte conmigo?

Miro a mi al rededor, todos mueven la cabeza de arriba a abajo, haciendo que quede entre la espada y la pared, el no se va a alejar si digo que no y aún está el plan para irnos a Bélgica, solo que está vez cuando me vaya, va a ser con un peso más que solo el llevar su bebé, si digo que si

Suspiro y vuelvo a escanear mi alrededor, el parece notar la duda en mi rostro porque tose y habla

»—No te preocupes por nada, el viaje a Bélgica se puede retrasar hasta que nos casemos, quiero casarme, y que mejor que hacerlo contigo que me has hecho sentir tanto dentro de poco y ahora no solo por mi, si no también porque me harás ser papá

Muerdo mi labio inferior y entonces susurro una respuesta que pone a gritar a la mesa, y al resto del restaurante, se inclina y toma mis labios, algunas lágrimas se me resbalan por el rostro y sin duda alguna esas son más de felicidad que de miedo, y duda

* * *

—Eso sin duda fue una jugada sucia — me cruzo de brazos y el se ríe, rodeandome con sus brazos, y dejando besos en mi frente, mejilla, nariz, por toda mi cara

—No lo voy a negar — funzo el ceño que el deja un beso — está tarjeta no tiene límite, usala para todo los gastos de la boda, nos iremos después de que nos casemos

—¿Y en cuanto tiempo pretendes hacer una boda?— enarco una ceja atenta a su respuesta

—Dos meses, si podemos hacerlo, ya hablé con el hotel y pueden alquilarnos el salón de eventos que da al mar, el resto ya depende de ti — se ríe — Helena, quiero que sepas que ahora tu, Valentina y este bebé son lo más importante en mi vida, pero no quiero seguir adelante sin saber tu opinión, porque hasta ahora no la he tomado en cuenta — suspira y yo lo veo con el ceño fruncido — ¿De verdad quieres tenerlo? Porque si no es así, no hay problema, nos casamos y allá podemos hacer el procedimiento porque según se en Colombia aún no es legal

—Yo... Creía que me habías propuesto matrimonio por el bebé — susurro y el asinwte

—Aun así nos casaremos sin problemas — suspiro ladeando la cabeza

—Mi inseguridad más que todo era por lo que fueras a pensar de mi, pero no hay problemas, yo lo quiero, aún cuando sea muy joven, quiero tenerlo, y más si tú también estas feliz por ello — expreso segura, y el sonríe con alivio

—Perfecto, ahora solo es casarnos y empezar una nueva vida — responde — tienes 8 semanas

Gruño, haciendo un mohín, y me guía a la suite, donde besa mi cabeza, empezando a quitarme la ropa, ahora no se cómo sentirme, solo dejaré que el tiempo decida todo

* * *

Sígueme en Instagram como kate99_10