i love you, Gracie.

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Bajé del auto que Ikaris conducía, y luego de cerrar la puerta me quedé parada mirando al edificio frente a mí.

-¿Segura que no quieres que te acompañemos?- dijo Sersi, acercándose a mi y poniendo una de sus manos en mi hombro.

Asentí, sin despegar mi mirada de su ventana.

-¿Cómo se lo digo?- solté y miré a Sersi- ¿Cómo le explico que le mentí acerca de quién soy?

Sersi se adelantó y quedó levemente frente a mí.

-Solo no le contaste tu verdadero origen. No fingiste ser alguien más para que te ame, así que no pienses que es así.

Miré finalmente a Sersi y asentí.

-Esperenme aquí. Trataré de apresurarme, hay un restaurante en aquella esquina si les da hambre de tanto esperar.- dije señalando a la esquina a mi izquierda, para dar una última mirada a Ikaris y a Sprite, quiénes me asintieron.

Crucé la calle y me acerqué a los timbres del edificio, para presionar varias veces el del departamento C del piso tres.

-¿Hola? ¿Quién es?- escuché su voz en el altavoz.

-Soy yo, disculpa por llegar sin avisar. ¿Puedo pasar? -Respondí de forma rápida, casi pegando todas las palabras.

-¿Stacy? Ya te abro. - dijo, para colgar. Al segundo escuché el timbre que me indicaba que podía pasar.

Empujé la puerta para abrirme paso en su edificio, y entré a uno de los elevadores que estaba abierto. Presioné el número tres y sentí como mi respiración empezaba a agitarse.

¿Cómo mierda le dices a alguien que eres un jodido extraterrestre inmortal que había estado fingiendo ser una humana desde hace siglos?

Las puertas del elevador se abrieron, pero no salí. Suspiré, intentando relajarme hasta que las puertas del elevador empezaron a cerrarse. Puse mi mano en medio, y me abrí paso para quedar en el pasillo del piso.

Me acerqué tranquilamente a la puerta de su departamento, y observé la letra "C" en la puerta por unos segundos antes de golpear.

A los segundos, la puerta se abrió, y ella se avalanzó sobre mí.

-¿Estás bien? Te llamé todo el día y pensé que algo te había pasado.- dijo en mi cien.

Me aferré a su cintura, atrayendola más al abrazo.

-Lo siento, apagué mi teléfono en lo que terminaba de ordenar algunas cajas.- mentí.- Te extrañé.

Grace se separó levemente y juntó nuestras frentes, para finalmente unir nuestros labios en un suave beso.

Correspondí, pasando mis manos por sobre sus hombros. Y lo juro, en ese momento mi mal humor se esfumó. Seguía aterrorizada, pero me era imposible sentirme mal si Grace estaba conmigo.

-Y yo a ti. Me alegra que solo haya sido eso. -Respondió con una sonrisa enorme en su rostro, para luego tirar de mi, haciéndome entrar al departamento, lo que me hizo reír levemente. -Ven, estuve trabajando todo el día en una nueva pintura que quiero mostrarte.

Cerró la puerta principal del departamento y comenzó a caminar por su pasillo hasta el cuarto que ocupaba como atelier.

La seguí a un paso más relajado, y cuando me acerqué al umbral de la puerta, la encontré guardando algunos de sus óleos en una caja.

Entré por completo a la habitación y me dirigí a su cuadro, para admirarlo.

Un precioso campo floreado con un estanque en el cual se reflejaba el atardecer. Casi podías sentir el viento correr por tu cabello con solo ver esa pacífica escena.

𝒉𝒆𝒓. | Druig Donde viven las historias. Descúbrelo ahora