no place like home

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500 a.c
Babilonia

Corrí detrás del desviante que corría detrás de los humanos, para manifestar una esfera de energía, la cuál lancé para llamar su atención. Detuvo su correr y se dio la vuelta a mirar que lo había atacado. Me vio y me gruñó. Estiré mis brazos levemente para separarlos de mi cuerpo, para girar mis dos muñecas. Aparecieron en mis manos dos dagas parecidas a las "Sai" *(1) . Dagas que luego me enteré que los humanos crearon tratando de imitar las mías pero con sus materiales.

-¿Qué esperas, nene? -Susurré- A bailar.

Salté y el desviante intentó atraparme. Logré pasar sobre él tomando impulso en su espalda baja y comencé a correr. En cuanto me persiguió, me di la vuelta y le arroje las dagas. Una se quedó clavada en su ojo izquierdo y la otra en su hombro derecho. Antes que pudiera hacer algo más, Thena apareció sobre el desviante y le clavó una de sus espadas en el cuello, acabando con él. Le sonreí y corrimos hasta la puerta del castillo donde todos los demás estaban acorralando al último.

Gilgamesh tomó a Thena y la ayudó a saltar sobre el desviante, y ella se subió a su cuello para comenzar a cortar pequeños cuernos de su cabeza, empecé a dispararle esferas a sus patas mientras que Kingo le disparaba desde atrás e Ikaris le disparaba con los rayos de sus ojos en el lomo.

Makkari llegó corriendo y lo impulsó, acto que lo derribó. Todos nos detuvimos y Thena bajó elegantemente de su lomo. en cuanto se volvió a levantar, todos volvimos a atacarlo como anterior mente hasta que Gilgamesh se acercó y lo golpeó directamente en el rostro. El desviante cayó sobre una de las estatuas de la puerta de los muros bastante herido, y en cuanto se levantó para volver a atacar a Gil, este volvió a golpearlo, cosa que finalmente lo noqueó.

Todos nos reunimos, mientras que veíamos a la gente volver a acercarse. Escuché al desviante gruñir, y giré mi muñeca derecha, manifestando mi espada, para lanzarla hacia el desviante. Cayó justo donde quería, en medio de su cabeza. Caminé hasta el cadáver para quitarle mi espada.

-Eww.- dije, al ver la viscosa sangre del desviante en esta.

-No te quejes, vas a desaparecer tu espada y la baba se irá con ella. - Dijo Ikaris, quien se estaba acercando a mi lado.

Lo miré y acerqué mi espada llena de la sangre viscosa a su cara y por la impresión y la sorpresa se cayó. Hice desaparecer mi espada mientras soltaba una carcajada.

-Tienes razón, nunca más me volveré a quejar, gracias a eso pude verte caer asustado de algo.- dije extendiendo mi mano para ayudarlo a levantarse.

Él la tomó mientras hacía una mueca.

-No le cuentes a Druig.

Esos dos y su estúpida rivalidad.

...




Kingo y yo aplaudimos a Sprite mientras se sentaba con nosotros luego de haber hecho una ilusión para todos los presentes en la fiesta. Tomó asiento mientras hacía reverencias, y antes de que pudiéramos hacer algo más, reímos al ver a Gilgamesh, algo ebrio, sentarse casi sobre Kingo.

Bebimos y reímos un rato los cuatro, (Bueno, tres. A Sprite nunca la dejábamos beber) Hasta que me levanté, dando la excusa de que daría una vuelta.

-Espera, te acompaño, iré a buscar más comida.-Dijo Kingo, levantándose, y antes de que pudiera protestar me arrastró lejos de allí. Cuando estuvimos un poco alejados, me soltó y caminamos tranquilamente.- El aliento de ebrio de Gil me estaba matando, lo siento, no quise interrumpir tu búsqueda por tu novio. -soltó y detuve mi caminar. -Por favor, no me mires así. Es muy obvio que Druig te trae besando el suelo que pisa.

𝒉𝒆𝒓. | Druig Donde viven las historias. Descúbrelo ahora