Eternamente Enamorada

CAPITULO X

ETERNAMENTE ENAMORADA

CAPITULO X

¿Por qué no me quiere?

Eres hermosa e inteligente, mira hasta donde has llegado no necesitas un idiota enamorado de medio mundo. - murmuro para mí mientras suspiro -

Yo he estado ahí siempre he estado ahí, cuando su madre tuvo cáncer, ahí estuve deje todas mis cosas, salí corriendo al hospital y estuve ahí, pero claro tenemos tanto tiempo, que llega alguien más y él se queda con ellas - murmure mientras le daba un trago a mi cerveza - sabes que es lo peor que siempre vuelve y yo lo perdono, porque soy una estupida -

Sarah no eres idiota por estar enamorada, no eres estupida por creer que alguien va cambiar, eres humana y tienes el corazon mas grande del mundo, no dejes que ese idiota te hunda - dijo mientras terminaba su cerveza de un trago -

Yo no estoy sacando cosas en cara pero, no es justo, te juro que no puedo más, siento que la situación me sobrepasa, que me estoy ahogando y no se como salir de ahí, ya no soy yo Marco soy cualquier cosa menos yo - dije mientras las lágrimas se derramaban por mis mejillas y no podía respirar. -

Marco se acercó y me tomó en sus brazos y me obligo a ponerme de pie y hacer respiraciones cortas, sabia que tenia un ataque de pánico, tenía años sin experimentar uno, me sentía avergonzada, si bien Marcos era mi primo favorito tenía pena que me viera llorando por un hombre, cuando él mejor que nadie sabía que mi teléfono no paraba de sonar con invitaciones a salir a donde quisiera, era una rompecorazones, pero yo había decidido que no quería esa vida, que amaba a Luck con todo mi ser y lo que él representaba y que lucharia por cambiarlo, JA que ilusa.

Sarah tienes que entender que somos idiotas que no pensamos con la cabeza, pensamos con el pene, que luego de un tiempo nos aburre la monotonía, eres hermosa e inteligente, fuerte eres todo lo que hombre necesita, pero un hombre que de verdad sepa lo que necesita - murmuró besando mi cabello - ¿Quieres seguir? - pregunto mirando su reloj -

Si quieres ve a dormir - murmuré mientras miraba las estrellas, el porche de la casa de Marco siempre me había encantado tenía una hermosa vista de San francisco -

Joseph vendra a dormir acá, si le puedes abrir estaria cool - dijo mientras entraba en la casa -

Seguro - dije poniendo los ojos en blanco y sonriendo, Joseph era el hijo de la hermana de la mamá de mi padrastro, algo asi como mi tío era el típico hombre mayor del que estás enamorada cuando tienes 15 años, blanco, alto, inteligente, caballero y brutalmente bello, es decir a todas nos gustaba, sí cuando digo a todas es todas las primas entre 15 y 19 años estábamos coladitas por el, recuerdo una vez que fui a su casa con mi abuela, rocíe su perfume en la almohada y dormí soñando que era él, sí super patética pero no me culpen de verdad esta delicioso, claro que ahora tiene 40 y algo de años un bebé, un divorcio y un pequeño departamento al este de san francisco, pero como todo hombre no había fin de semana que no jugará fifa con Marco. suspire mientras me reía de ese recuerdo, que bueno que estaba de viaje ese día, porque me habría muerto de vergüenza.

Cuentame ese chiste asi nos reímos los dos - murmuró alguien detrás de mí -

Ay - chille mientras me paraba del tiro de la silla - Marco me dijo que te abriera, pero tenias llave

Sí, me la dio pero usualmente la olvido - dijo mientras arrimaba la silla que ocupaba Marcos junto a mi - ¿te acompaño?

Tú - dije mientras hacía una mueca - a ti no te gusta beber

Siempre que tenga buena compañia lo hago, sobre todo en excepciones, tu eres una - dijo mientras caminaba hacia la cava sacaba una corona, la abría y la tendió hacia mí -

Gracias - susurre mientras volvía a mi puesto -

¿Cuéntame que haces sola y bebiendo? - dijo dando un sorbo grande a su cerveza intentado disimular el asco en su rostro -

Honestamente no deseo hablar de eso - dije mirando el cielo nuevamente, sentía como mis ojos comenzaron arde -

Tu novio entonces - afirmó riendo -

No quiero hablar de eso y honestamente no me parece gracioso - murmure mirándolo directamente a los ojos - cuando te separaste nadie habló de Andrea, ni te hizo sentir mal por favor no lo hagas conmigo - dije mientras me ponía de pie, podía ser un adulto pero era un grosero.

Sarah, quédate, no quería ofenderte es solo que me parece que eres demasiado linda para estar llorando por alguien que tiene otra persona - dijo tomando mi mano mientras con su cabeza apuntaba la silla - siéntate si quieres podemos hablar de cualquier cosa.

Vale

¿Jugamos al UNO? - pregunto tomando las cartas que se encontraban sobre la mesa -

Voy a ganar - murmure haciendo mi baile de victoria -

Okey ¿quieres apostar? - pregunto arqueando la ceja y reclinando se en la pequeña silla de jardín -

Sí, si gano quiero 100$ - dije mientras sonreía serían los 100$ más fáciles de la historia o eso creí.

okey, todavía no se que quiero, pero seguro que cuando gane lo tendré - dijo y comenzó a barajar las cartas -}

Seguro abuelo - dije mientras tomaba las mías -

El juego comenzó sin piedad alguna, es decir me puso un +4 en la primera ronda ya tenía once cartas, sin importar que no pintara favorable el panorama, cambie el sentido del juego y puse un cambia color más cuatro, pintaba bien mi remontada pense para mí, mientras continuamos jugando.

No cantes victoria tan rápido - dijo tomando una carta del centro del maso pues no tenia color amarillo -

Yo no estoy cantando victoria - dije mientras ponía una carta-

Sí lo haces, tienes una sonrisa porque juras que me ganaras, soy una maquina, siempre gana.

Aja - dije rodando los ojos y tomando una carta -

volvió a lanzarme un +4 con cambia color, de manera que ahora tenía seis cartas y de paso el color era verde, me tocaba pescar.

Creo que es un buen momento para admitir que no puedes ganar - dijo poniendo una carta sobre el montón - Uno - añadió mostrandome una carta -

Tuviste suerte - susurre mientras revisaba mis bolsillos para sacar mis 100$ y ponerlos sobre la mesa -

No quiero dinero - dijo mientras se ponía de pie - quiero una cita contigo, paso por ti mañana a eso de las siete de la noche, vamos a cenar. - dijo y no esperó respuesta alguna se adentro a la casa y me dejo ahí pasmada - 

Hiii, babys. Estoy de vuelta y para quedarme bye bye