Eternamente Enamorada

Capítulo 1

Eternamente enamorada

CAPITULO I

A veces las mejores decisiones, duelen en el alma.

Las llamadas de Luke habían desaparecido por completo de mi móvil, incluso los textos se habían esfumado, me estaba comenzando a preocupar no era habitual en el desaparecer o no prestarme atención, vale sonara un poco egocéntrico, pero gracias a él yo estaba acostumbrada a su atención y desde hace unas semanas esa atención había desaparecido completamente y yo me sentía vacía, intente llamar a su móvil y me salía ocupado o simplemente saltaba al buzón, pero ¿con quién estaría? Porque si estaba con alguien, eso lo tenía bastante segura, quizá solo soy muy celosa, pero no podía pensar en un día sin él.

- Luke –murmure mientras cerraba la puerta de su departamento, desde que comenzamos a salir él tenía llave de mi departamento y por consecuente yo la de él, pero claro que fue idea suya... digo, yo nunca la había usado hasta hoy. -

Recorrí el departamento con la mirada, la cocina fue lo primero que divisé, sobre la encimera de granito negro no se encontraba nada, las sillas de la encimera estaban en perfecto orden al igual que el pequeño recibidor donde se encontraba el sofá, donde muchas veces estuvimos hasta el amanecer pasando el rato, pasee la vista por el recibidor que apenas se encontraba iluminado por los rayos del sol filtrados por las ventanas, cuando mi vista diviso unas zapatillas de chica rosa chillón que solo pueden ser de Jimena una de sus compañeras de clase junto a unos jeans azul pálido, suspire y me arme de valor aunque yo sabía lo que encontraría tras la puerta de su habitación.

- Ah – susurre mientras trataba de no soltar lágrimas, puedo jurar que fue un suspiro bajo, muy bajo, pero quizá fue lo suficientemente alto para despertarlos, porque los ojos grises de Luke se iluminaron de preocupación, sin embargo, los de Jimena fueron más divertidos que otra cosa, incluso en sus perfectos labios delgados, se dibujó una sonrisa digna de dar muerte a cualquier hombre. -

- Sarah – murmuro mientras salía de la cama, lo cual fue peor porque estaba completamente desnudo, por supuesto que lo había visto de esa forma antes, pero en este momento solo pensé que lo odiaba y mucho. - Yo...

- ¿¡Tú qué Luke!? No quiero explicaciones, es decir no las necesito – dije mirándolo de arriba abajo. - la verdad no te lo envuelvo en papel de regalo, porque eso vale mucho para él – dije mientras mis manos se hacían puño. –

- Vamos Sarah ¿Tú de verdad esperas que me quede con él? – dijo saliendo de la cama dejando a la vista sus perfectos senos, que observe y compare con los míos, los de ella eran mucho más grandes y perfectos, tomo su camisa y la paso por su cabello rojo brillante hasta que la cubrió totalmente. - esto fue solo para demostrarte lo mucho que te odio y de lo que soy capaz si sigues liándote con mi hermano – dijo señalándome con sus uñas rosas. -

- Yo no me lio con tu hermano – chille- pasare por mis cosas en la semana – dije mirándolo fijamente. - las tuyas estarán en una caja, puedes pasar por ellas cuando quieras – murmure dándome vuelta para salir de la habitación, pude sentir la mano de Luke sobre mi brazo, pero no me gire, no quería sentir sus manos más nunca sobre mi piel, quería olvidarle quería que me dejara en paz, de verdad no quería verlo más nunca en mi vida y a diferencia de las otras peleas, esta vez era en serio. -

No tome el ascensor a pesar de ser el piso doce, simplemente continúe subiendo los últimos tres pisos restantes y me dispuse a mirar el atardecer de la ciudad, el cielo se cubría de anaranjado y azul creando un crepúsculo digno de la ciudad de Los Ángeles, las lágrimas bajaron por mis mejillas y las deje correr, porque la verdad, ya no podía con mi alma.