Capítulo 4

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Capitulo IV

Eternamente enamorada

La música era alta y el alcohol corría por nuestras venas, sí podíamos sentir el final del semestre acercarse, nos encontrábamos sentados al final de aquel club nocturno con muchas ganas de bailar toda la noche, para presentar ese examen final el lunes y dar inicio al verano. Realmente deseaba que el verano comenzara, dormir hasta la una de la tarde y beber alcohol descontroladamente, bueno claro que tendría que visitar a mis padres en Chicago, pero allí también podría beber alcohol.

- ¿Bailamos? – pregunto un chico simpático –

- Claro – dije aceptando su mano –

Así fue como nos sumergimos entre la gente que estaba en club, Angel City Brewery1 se había convertido en una especie de tradición al terminar cada semestre y veníamos una vez antes de presentar el último examen, podrían decir que es la cosa más extraña porque ¿Quién es su sano juicio va presentar un examen con resaca? Pues todo comenzó a finales del quinto semestre cuando decidimos que queríamos tomar una cerveza para despejar la mente y terminamos en Angel City Brewery, desde ese momento era nuestra tradición para finalizar con buen pie.

- ¿Cuál es tu nombre? – pregunto el chico después de terminar la canción –

- Sarah

- Soy Sebastián – susurro sobre mi oreja –

- Vale, un gusto – murmure haciendo distancia no quería tener una pelea con Luke por una estupidez.

- Bailas muy bien

- Gracias – dije entre risas, porque no existe forma para bailar música electrónica, así que este chico quería tener una conversación conmigo y yo solo quería bailar.

- ¿quieres ir al baño? – pregunto directamente –

- ¿ah? ¡Qué! ¡No! Eres un imbécil – dije y me di vuelta para volver con mis amigos a la mesa, pero una mano se enrollo alrededor de mi muñeca y me hizo girar, una vez estuve frente al chico levante mi mano pero sus aquellos ojos intensos que me recordaban a casa brillaban con diversión. – llegaste – susurre abrazándolo.

- Estoy aquí sol – dijo juntando su nariz con la mia –

- Pensé que no vendrías

- Haría todo por ti, además por un día de diversión no reprobare, entonces ¿te molesto aquel imbécil? – pregunto señalándolo.

Pero en ese momento me importaba un comino aquel hombre, solo quería devorar los labios de mi novio, y lo hice mientras todo bailaban nosotros estábamos sumidos en un beso caliente, sí, caliente porque sus manos se encontraban en mi trasero y yo... Bueno no podía estar más feliz.

- Vamos a la mesa – dijo una vez nos separamos –

- Vale

Siempre odie las parejas que estaban rodeadas de amigos y no paraban de besarse, pero las que odie sobre todas las cosas fueron aquellas donde la chica se encontraba sentada sobre el chico y no paraban de besarse; sería muy triste que mi yo de quince años me vieran en este momento, ya que probablemente me diga que soy patética y quizá estaría de acuerdo con ella, pero también sé que si pudiese ver los ojos de Luke se derretiría como chocolate en un caluroso día en Los Ángeles.

Eternamente EnamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora