〘 XVII 〙

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El teléfono de Yoongi no paraba de sonar, más de cincuenta llamadas perdidas de Tae y el alfa seguía sin contestar.

Todo se vino abajo, cada cosa que pasaba ahora era mala. Tae tenía que aceptar que Yoongi no iba a cambiar de la noche a la mañana pero... Joder dolía cómo el infierno, estar a la espera de una niña y tener que sufrir varios engaños con la misma zorra de siempre.

Tae veía aquella imagen con resentimiento y tristeza, dolía...

Una de las tantas llamadas fue contestada por una voz demasiada conocida para Tae y que ella misma le dijera lo que pasó solo hacía que el corazón de Tae se rompiera cada vez más.

-"Yoonie está en mi casa y hasta que no acabe mi celo no irá a casa"

Las palabras de ira que quería soltar se amontonaban en su garganta y las lágrimas y la impotencia juntas le daban a Tae dolor de cabeza. No quería llorar por que a fin de cuentas no valía la pena pero tenía un dolor en su pecho enorme.

Aquel parque estaba solo así que, ¿quién escucharía sus gritos desesperados y quién se fijaría en el dolor que transmitían sus ojos?

Sus muñecas ya estaban rojas por las múltiples veces que clavó sus uñas para intentar no gritar...

Revisó su móvil, llamadas perdidas de Jimin, de Namjoon, Hoseok, Jungkook y algunas de Jin... ni una sola de Yoongi.

Eran las cuatro de la mañana y él estaba allí, solo y dejándose mojar por la llovizna que estaba cayendo.

Era ilógico, todo para él era ilógico.

Nada de esto tendría que haber pasado pero por una parte no se arrepentía, tenía a una cachorrita creciendo en su vientre... una hija de Yoongi y de él.

En sus momentos lloró por ella pero no servían los lamentos y lágrimas, no valía de nada que Yoongi se hiciera el padre responsable unos meses para después jugar con los sentimientos del omega y no tenia ningún derecho en hacerle eso a la bebé.

Taehyung no se merecía tanto engaño y tantos altibajos en su vida. Él sólo quería que su hija creciera bien... no quería nada malo para ella.

Era una cachorrita tranquila y Tae le cantaba todas las noches, Yoongi le decía lo mucho que la quería...

El reloj marcó las cuatro y cuarto y su móvil se iluminó por una llamada entrante, vaciló en contestar.

-¿Y-ya acabó su celo, Yoon? -Su voz sonó destrozada y abatida.

-¿Dónde estás? Son las cuatro de la mañana, Taehyung. ¿Dónde carajos estás?

-Dime, ¿Acaso te importa?

-¿Dónde estás?

-Yo no soy infiel a la gente que de verdad quiero y tu estas perdiendo puntos...

-Te doy diez minutos para llegar a casa, o te voy a buscar.

-¡No soy tuyo, no tienes derechos sobre lo que yo haga! ¡Vete con ella, Joder! ¡Siempre lo mismo! ¡Ya! Me tienes harto con lo mismo, Yoongi. No soy tu juguete... Y-ya por favor... no soy tu juguete... Déjame de una vez...

Y tiró el móvil lejos, ni él mismo sabe dónde calló. Lloró y gritó a la nada, no lo soportaba, el peso que llevaba cargando se hizo insoportable.

 Lloró y gritó a la nada, no lo soportaba, el peso que llevaba cargando se hizo insoportable

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Tres meses//MYG & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora