〘 XXXIV 〙

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YoonGi no podía negar que el padre de su hija tenía un buen gusto para vestirla, con una rapidez enorme el omega escogió, entre el montón de ropa, algunas camisetas y chaquetas, body's y algunos calcetines. Era rápido para juntar varias prendas y así conseguir un bonito conjunto.

El alfa solo podía observar, verlo a él lo hacía sentirse completo. Saber que él corresponde su amor como nadie, le hace reír a la nada y sentir un calorcito agradable en el pecho.

-Tae... -Llamó el alfa a lo lejos, el rubio se giró a verle- Ven.

Hizo un ademán y el omega se acercó un poco confundido. Al llegar no pudo preguntar, su cubrebocas fue bajado y los labios de YoonGi se posaron sobre los suyos, de manera suave acariciaba sus labios con los contrarios. Tae no entendía pero le gustaba ese lado del alfa.

Con caricias leves en ambas mejillas, YoonGi se separó uniendo ahora sus frentes, sentía la calidez y la tranquilidad que sentía el otro atraves del lazo.

Con un casto beso en los labios y unos susurros que nadie alcanzó a oír, se separaron lento y con una sonrisa discreta subieron sus cubrebocas.

Siguieron en busca de ropa para después pasar a buscar a cierto omega que se les perdió tan pronto como llegaron. El castaño no estaba tan perdido como pensaron, estaba a unas tiendas. Llevaba consigo una bolsa blanca y otra sencilla, ninguno preguntó por lo que compró el contrario y con las mismas se fueron a casa.




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Jungkook suspiró pesado al ver a la chica, la castaña no le podía estar jodiendo más. Estaba pasando por una reconciliación con su omega y ahora viene ella, a cagarse en su planes. Pero es que no hizo bien, lo sabía pero no quería que SeokJin sufriera más, el niño de sus ojos no se podía comparar a aquella chica.

-La que no quiere romper el lazo eres tú -Habló el mayor- Si por mi fuera ya lo hubiera hecho.

-Entiende que tienes que romperlo cuando yo te diga -Casi gritó- Ahora no es el momento... -Se mordió el interior de su mejilla nerviosa.

-¿Por qué? -Cuestionó el alfa ya harto- ¿Quén necesidad tengo de estar esperando para romper ese lazo?

-¿No querrás que SeokJin se entere, cierto? -Alzó una ceja viéndose retadora.

-Dijiste que no lo harías.

-Por que no tenía razones, ahora que me estas presionando, yo también te presionaré a ti, Kookie...

Jungkook rodó los ojos cabreado, quería romper el lazo para separarse de una vez por todas de esa chica, no la quería cerca, no quería estar enlazado con ella. Deseaba tener a su castaño, lo quería para él solito. Pero era un error, no podía exigir el perdón de Jin a sabiendas de que él engañó a Jin por voluntad propia. Porque lo podía haber evitado, podría haberse emborrachado y quedarse por allí pero no lo hizo, se acostó con esa chiquilla en celo y terminó marcándola.

Vio eso como una venganza, una venganza que casi mata al castaño.

Su lazo roto más la pérdida de su niño, hicieron que el castaño se encerrara en una burbuja de miedo y odio hacia todo.

La puerta principal se abrió pero ninguno la escuchó, Jimin salió corriendo de su habitación quitando sus lágrimas y yendo hasta la bebé que seguía dormida.

-Vete, Jin estará a punto de llegar... -Apuntó la puerta con su cabeza y se acostó en la cama.

-Como digas... -Se despidió con la mano alzada y salió de la habitación.

El suspiro del alfa se escuchó por toda la habitación. La puerta fue abierta y la cabellera rubia, de Jin se asomó. Jungkook no lo había visto con el pelo así y le pareció bonito.

-¿Estas con Hoseok? -Preguntó bajito y el otro negó- Ah, bueno... adiós...

Cerró la puerta y se fue dejando solo a Jungkook. En la sala estaban Jimin y Tae viendo la ropa nueva, el alfa se fue a su estudio a trabajar.




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El omega vestía y desvestía a la bebé, probándole toda la ropa que le había traído. Esta vez le compró como para diez años, pero al menos no tenía que estar yendo a comprar cada dos meses. La pequeña alfa jadeó descontenta, ya estaba harta de tanto quita y pon de su padre.

Se removió incómoda en el colchón buscando una escapatoria de las manos que querían volverle a cambiar el conjunto.

-Ven aquí, HyeJin -Habló Tae- Si no te queda tengo que cambiarlo y si no, no pasa nada. Ven... -Arrastró a la niña hasta él- Solo quedan pocas cosas...

Está vez la medio sentó, porque aún tenía cinco meses y no se podía sentar, y colocó una coletita. Ahora con más pelo ya se le podían hacer, se veía adorable pero la bebé no era de esas cosas y empezó a llorar, a ver si así su otro padre venía a rescatarla.

Pero nada, Tae se la quitó y puso un pasador a un lado, a Hye le molestó menos pero tampoco lo quería.

Ya para calmar los llantos de su hija, Tae le colocó su chupete. Se cayó enseguida, Tae lo agradeció al cielo y le probó solo algunos pantalones que no estaba seguro de que le valdrían.

Los pasitos avisaron a Tae que tenía visita y cuando puso si mirada en la puerta, el azabache asomó su cabeza. Jimin rió y entró con una bolsa, la que le dejó Namjoon, arrastras.

-¿Y eso? -Preguntó poniendo los pantalones a su pequeña alfa malhumorada.

-Ah, Namjoon me lo dio para... nuestra bebé... -Habló con una media sonrisa.

-¿Es niña? -Preguntó Tae con una sonrisa.

-Sí... -Bajó el tono de su voz.

 -Bajó el tono de su voz

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Tres meses//MYG & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora