Tres meses//MYG & KTH

〘 XXXII 〙

El omega corrió hasta la habitación sintiendo morir, pero no fue presisamnete a la habitación a donde iba, pasó de largo de su alfa y de su bebé, que balbuceaba y gruñía descontenta por no tener la atención que siempre tenía de su padre.

Fue hasta el baño donde se encontraba su omega, sorprendiéndose un poco al verlo de rodillas frente al váter vomitando. Se preocupó y mucho, por varias razones pero una de ellas y que fue la primera que pensó le dejó un sentimiento raro pero bonito.

-¿Está bien? -Preguntó sobando con cuidado la espalda de su omega.

-N-no... -Dijo entre sollozos.

-Cariño, ¿estás esperando? -Acarició la mejilla de su omega teniendo una pizca de esperanza en que éste asintiera informándole así que tendrían otro bebé.

-N-no es eso... -Se puso de pie y lavó su boca.

-¿Entonces? -Cuestionó el alfa viéndole fijo.

-Me da asco el batido de fresa... -Sus lágrimas caían cómo cascadas por sus mejillas.

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-Te dije que no le gustaría... -Susurró el pelinegro entre lágrimas silenciosas- Él quería un chico, un alfa como él... -Habló bajito y despacio, arrastrando las palabras que no quería decir porque le dolía sacarlas.

-Tal vez no ha visto lo que le compraste... -Animó el pelirrojo sobando en hombro del menor.

-Lo vio, no le gustó y se fue... -Un sollozo lastimero salió de sus abultados labios para luego volverlos un puchero adorable pero penoso.

-No digas eso, no lo sabes. A lo mejor fue a comprar más... -Volvió a decir el mayor intentando así subir un poquito los ánimos rotos de su amigo, el cual negó rápido ante sus palabras.

-Él no es así, él no quiere una niña omega y débil... -Acarició suave y delicadamente su vientre de cinco meses- Namjoon quería un niño, alfa y fuerte...

-Sea lo que sea, Minnie... es vuestra cachorrita, ella viene por ustedes y sea cual sea su raza, seguirá siendo vuestra hija...

-El problema es que es niña... -Dijo suave.

-Ah, Jimin... Eso te tiene que dar igual, tú querías una niña, deseabas que fuera una bebita. Que Namjoon quiera niño, no cambia tu forma de ver a tu niña.

-¿Y si no la quiere por ser niña? -Habló con la voz rota y todo lo que pensaba en ese momento era pesimista.

-Lo que se pierde por idiota. -Dijo en un gruñido el otro omega- Que no se lleve bien con HyeJin por ser ambos alfas, no significa que valla a odiar a su bebé.

Ambos siguieron hablando sobre el embarazo, y todo lo relacionado con ello. También sobre temas como los miedos, pensamientos o inseguridades del azabache. Hoseok ayudaba mucho a Jimin con su embarazo, quería que su amigo viera que él nunca quiso hacerle daño o causarle celos con Namjoon, que Namjoon nunca supo lo que quería y que el alfa era posesivo con lo que le diera la gana.

Y Jimin de verdad esperaba que Namjoon cambiara un poco y quisiera a su niña, al fin y al cabo, es su hija.

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-Ya... -Habló YoonGi bajito- Papá está dormido, no molestes Hye... -Acurrucó a la niña entre sus brazos dándole algunos besitos y susurrándole cosas para que se durmiera.

Con unos minutos más de mimos y cariñitos, la bebé cayó dormida. YoonGi la observó algunos momentos, quizá algunos minutos. Es que era difícil quitarle la mirada, era hermosa. Se parecía a Tae y eso lo agradecía, su hija sacó lo diva, hermosa y sobre todo; el carácter.

La dejó sobre el colchón de su cuna, colocándole la mantita amarilla pastel, que antes tenía Tae, el olor a leche mezclado con el de sus padres estaba en aquel pedazo de tela era el que hacía que la pequeña durmiera tranquila. A ella le gustaba dormir entre sus padres, sintiendo mejor el aroma de sus progenitores y el que más le gustaba y donde más cerca quería estar era al lado de Tae, con ese olorcito a leche con un poco de café, a veces amargo, y el de su padre, era lo que necesitaba para dormir horas y horas sin necesitad de levantarse a comer.

Ahora con su princesa dormida, YoonGi fue hasta donde dormía su omega. Su cara angelical decorada con pequeños restos de lágrimas, se veía lindo pero le daba lástima verle así. Ahora no podía evitar sentirse mal cuando recordó las primeras discusiones, o cuando fue la primera vez que le levantó una mano. Su corazón se apretaba y el orgullo de su alfa se hundía cuando su mente le jugaba sucio y recordaba el rostro de Tae cuando le pegó la primera vez.

Su alfa no aparecía durante más de una semana cuando él hacía eso, su lobo no estaba de acuerdo con nada de lo que hacía su parte humana.

Los alfas tienen que proteger y amar a los omegas, no pegarles o humillarles. No son fábricas de bebés o consoladores, también son humanos y tienen parte lobuna que al igual que los alfas, pueden sentir amor.

Los lobos de ambos estaban entrelazados y cuando ocurrían incidentes, el alfa huía y trataba de no estar cerca del omega por vergüenza.

Con delicadeza una lágrima bajó por su mejilla hasta perderse por su rostro. Quería decirle, de verdad que quería pero eso significaba que tenía que renunciar al orgullo de su alfa, ese que tantas veces hundió cuando maltrataba al omega.

Se acostó del otro lado de la cama y apresó al cuerpo del omega entre sus brazos, sintiendo como éste se restregaba más contra su pecho y terminaba ubicándose cerca de su cuello para dormir con su aroma.

Así durmieron algunas horas, abrazados, juntos y dándose cariño mutuo. Así de tenía que ser al principio y evitar muchas cosas futuras pero ambos fallaron. 

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