CAPÍTULO 💋 SEIS

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Morir ahora no está en mis planes.
Nota: No subirse arriba de un librero.

Me levanté especialmente temprano al día siguiente, ya que, en realidad, por la noche casi no había podido ni pegar el ojo. Las palabras y amenazas de Romanov aún seguían rondando mi cabeza, pero decidí no dejar qué ese día también se arruinará y hacer como si nada para tener ganas de explorar a fondo mi nueva habitación y así familiarizarme con ella. Si había algo que me representará era la curiosidad, la cuál no había podido satisfacerse ni un poco dentro del Royale por tantas restricciones y reglas que había, pero que esperaba que en este lugar pudiera saciarse.

Además, a investigar está habitación era lo único que por lo pronto podía acceder, ya que tenía prohibido rondar por la mansión.

Descalza, me permití sentir la madera helada y la suave alfombra entre mis dedos, deleitándome ante la textura. Sobre la mesita de noche, moví de aquí a allá la lámpara redonda con forma de esfera, y la pluma y libreta que encontré en el último cajón la subí a donde estuviera fácilmente a mi alcance. Ahora que se veía que tendría mucho tiempo libre, podría intentar que mi letra no fueran simples geroglíficos. 

Me observé al espejo gigante que me reflejaba entera y no pude evitar fijar la mirada en la parte que seguía acomplejándome a pesar de haber transcurrido más de 10 años.

Me he dado cuenta que las personas creen que chicas cómo yo y las que habitan el Royale no tenemos inseguridades debido a lo que nos dedicamos, pero podría decirse incluso que poseemos más que todas aquellas personas que viven sus vidas normal y tranquilo. Durante toda mi vida me he sentido acomplejada, especialmente porque los hombres siempre parecían reparar en la única parte de mi cuerpo que no quiero que noten.

Con el paso del tiempo y después de que el director me pidiera que pusiera en mi currículum “hard sex”, las partes que me han ido acomplejando se han esparcido más y más.

Si no supiera vestirme con lo que me beneficia, las personas se darían cuenta de todas las cicatrices que se han impregnado a mi a lo largo de los años. Tanto físicas como mentales.

Frente a mí, mirando a los ojos a aquella chica bonita, me doy cuenta de todo el daño y rencor que mis ojos expresan, así como la determinación y astucia que sobresale de los poros de mi piel.

Es una combinación que, como muchos han coincidido, genera más atractivo en mi persona.

Suspirando abiertamente, me di media vuelta me metí al walking clóset, para ordenar mi ropa en los espacios vacíos y hacer a un lado toda la nueva y de etiqueta que llenaba los estantes. De nuevo, me detuve a observar todo.

“Más de lo que te mereces”, las palabras de Romanov volvieron a mi cabeza y no pude sentirme más identificada.

¿Esto era para mí?

Jamás he hecho algo que mereciera todo esto.

La única razón por la que estaba aquí es porque ahora pertenezco a esta familia mediante un contrato de servicios sexuales, los cuáles, además, no voy a cumplir.

Yo no creía en una deidad o en el destino, pero, ¿Qué es lo que Dios quiere de mí?

Terminé de arreglar el lugar y después me metí al baño a darme una ducha rápida; aunque después de maravillarme con la perfecta presión y temperatura del agua, fácilmente tardé un poco más de la cuenta.

Vendida💋 +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora