One shots de Harry potter que hago/traduzco cuando estoy aburrida, no tengo fechas específicas para actualizar pero lo haré lo más rápido que pueda, todos los one shots serán para lectoras con pronombres femeninos :)
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Subiendo las escaleras hacia el dormitorio de los chicos, pensaste seriamente en si mejor arriesgarte con el calamar gigante. Cualquier cosa era mejor que ir a ver a Harry Potter cuando estaba de mal humor. Pero no hay nada que puedas hacer y en ningún lugar prefieres estar que con Harry. Te habías dado cuenta de que te gustaba en cuarto año, después de que llevó a Parvati al baile y sentiste algo extraño, celos.
Pero nunca podrías gustarle a Harry, ¿verdad? Tuviste la suerte de ser su amiga.
Cuando abriste la puerta del dormitorio de los chicos, tu corazón se apretó al verlo frente a ti, por dos razones. Harry Potter, el chico fuerte que siempre habías conocido, estaba acostado en su cama, las lágrimas amenazaban con escapar de sus ojos. Estaba sin camisa y eso hizo que tu corazón se agitara aún más.
Caminaste hasta la cama con cuidado y te sentaste a su lado. —¿Quieres hablar?— Tú preguntaste No dijo nada, solo te miró fijamente. Intentaste no mirarlo por mucho tiempo, especialmente a su pecho y abdomen, que estaban duros como una roca y desnudos en todo su esplendor para ti, pero fue difícil con él mirándote de esa manera. —Harry, sé que este año ha sido difícil para ti, pero por favor-—
—Eres tú— dijo Harry. Eso se sintió como una bofetada en tu cara. —¿Yo?— preguntaste —¿Estás molesto por mi culpa?—. —No exactamente, ____. Me haces realmente feliz. Solo hay cosas que haces a veces ... — Habló. —¿Cómo qué?— lo interrumpiste. —Harry, si hice algo que te hizo sentir incómodo tienes que-— Harry se enderezó de golpe. —¡MALDITA SEA, ESE ES EL PROBLEMA! ¡NO ES ALGO QUE DEBA MOLESTARME!— gritó sacándote de tus pensamientos. —¡Deja de gritar y dime qué está pasando contigo!— dijiste, ahora un poco histérica. —SI ESO QUIERES— dijo Harry, y luego habló en un tono más bajo —Te vi coqueteando con Higgs hoy. Creo que te amo, ____, lo creo desde hace un tiempo—
No sabías cómo sucedió, pero sus bocas se conectaron. Estabas besando a Harry Potter, el mismo que amabas. Era un besador sorprendentemente bueno. Su lengua se deslizó sobre tus labios, buscando permiso. Abriste la boca y dejaste que te besara sin sentido mientras pasabas las manos por su pecho desnudo y sus abdominales. —Harry— jadeaste —Yo también te amo— Hizo una pausa para respirar y sus ojos se posaron rápidamente en tu camisa. Antes de que pudiera decir algo, la desabotonó y la tiró a un lado. Te reíste de su expresión hipnotizada y te montaste a horcajadas sobre él. Estabas contenta de haber usado tu vieja y pequeña falda hoy. Harry no podía apartar sus ojos de ti. Podías sentir el bulto en sus pantalones. Gemiste ante el contacto de su erección y tu intimidad ya húmeda, incluso a través las capas de ropa. Quizás sentarse en su regazo no era tan buena idea. Antes de que pudiera detenerte, te aplastaste contra él y ambos gimieron de placer porque la fricción que habías creado. Harry te miró y ambos tomaron la decisión en silencio. Harry desabrochó tu falda y se permitió maravillarse con tu cuerpo semidesnudo —Eres incluso mejor de lo que imaginaba— Susurró.
Sus manos estaban por todas partes. Apretando tu trasero, acariciando tus caderas, presionando tus pechos a través del sostén. Se sentía tan bien, pero querías más. Cuando la mancha húmeda en tus bragas se hizo claramente visible para un divertido Harry, cambió su enfoque a tu ropa interior y pareció notar que tu lencería de encaje blanco era muy sexy. Quizás demasiado sexy para un día normal. —¿Lo usaste para mí, ____?— El sonrió con suficiencia. Usabas ropa interior bonita todos los días.
—En realidad, estaba pensando que Higgs podría disfrutarla hoy— respondiste. Decir eso fue un error. Los ojos de Harry tenían un fuego que nunca antes habías visto. —Suéltame— gruñó. Sintiéndote horrible, te bajaste de su regazo. No tuviste el corazón para discutir. Y si eras honesta, estabas un poco asustada. —Ve a la parte superior de la cama— Te arrastraste hasta donde estaba la almohada de Harry. Podías sentir a Harry justo detrás de ti. —Quieta— ordenó. —Harry, no puedes darme órdenes de esta— replicaste, pero luego Harry pasó un dedo por tu coño empapado, trazando una línea detrás de ti, y todas tus protestas fueron olvidadas. Gemiste y moviste las caderas, tratando de frotarte contra su mano. —Eres una puta tan necesitada— gruñó Harry. Eso, te avergonzaba saberlo, solo te hacía querer más. Gimoteaste.
Harry te quitó la ropa interior, casi rompiéndola en el proceso. Pero no podría importarle menos. Te enderezó la espalda para que estuvieras de rodillas. Podías sentirlo presionando contra tu espalda y su erección se sentía más grande ahora. Espera ¿Se quitó los pantalones? Te volviste para mirar, pero Harry puso su mano alrededor de tu cuello para mantenerte en su lugar. —No puedes ver— dijo. Separó tus muslos con la rodilla. Y luego te desabrochó el sujetador. Se inclinó sobre tu hombro y miró tus ahora libres pechos. —Eres una linda zorra, ¿No es así? Muy bonita para mí— Todo lo que pudiste hacer fue asentir. Te estaba matando, lo necesitabas dentro de ti.
Pero aún no mostró signos de comenzar. En cambio, llevó la mano que estaba envuelta alrededor de tu cuello hasta tu clítoris, estimulándolo. No pudiste detener tus gemidos, cuando los dedos de Harry te penetraron, gritaste. Se sintió tan bien, no habías tenido relaciones por un tiempo. Podías sentir lo apretada que estabas mientras jadeabas y montabas los dedos de Harry. Querías que fuera más profundo. Pusiste tu mano derecha sobre la de Harry y la guiaste mientras tu mano izquierda estaba enredada en el cabello de Harry detrás de tu cabeza. Arqueaste la espalda, se sentía maravilloso y duro, y saber que te hacía sentir así con solo sus dedos te hacía sentir aún más necesitada de él.
Movió su mano libre a tus pechos y los apretó. Cuando estimuló tus pezones, te sentiste a punto de desmayarte. Fue asombroso, aparentemente él sintió lo mismo por ti —Estás tan apretada, ____. Te quiero en mi polla— Esas palabras, junto con el repentino pellizco que le dio a tu pezón, fueron suficientes para llevarte al límite. Gritaste el nombre de Harry mientras alcanzabas el clímax, y Harry se rió entre dientes. Fue asombroso. Sacó sus dedos de ti y los lamió lentamente. Eso te volvió loca, era el hombre más sexy que jamás hayas visto. Te acostó boca arriba en la cama. Finalmente llegaste a verlo completamente desnudo, era incluso mejor de lo que te habías imaginado. Sus huesos de la cadera eran prominentes y conducían a la mejor polla que jamás hayas visto. Apenas se podía ahogar un wow antes de que los ojos de Harry se volvieran fríos de nuevo. —¿Para quién usaste ese lindo sostén? ¿Quién te arrancó las bragas?— preguntó. —Para ti, Harry. Sólo tú.— susurraste. —Bien— Gruñó y comenzó a ponerse los pantalones. —Espera— dijiste. Harry se volvió hacia ti y arqueó una ceja. Arqueaste la espalda y separaste las piernas de manera seductora. —¿No quieres...?— Harry pareció tentado por un segundo, luego negó con la cabeza con una risa. —Mi pequeña zorra— dijo cariñosamente. —Si eres una buena chica, podríamos perdernos la cena en el gran comedor esta noche. Estoy contento con solo comer postre— Te miró sugestivamente y se humedeció los labios.
Parece que esta noche te comportarías de la mejor manera.
Mientras salías del dormitorio de los chicos, viste a Hermione haciendo la tarea con Ron. —¿Él está bien?— Preguntó Hermione mientras Ron te miraba preocupado. —Mucho mejor ahora— sonreiste.
