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AHMED ÜLKER

No puedo creer que esté tan a gusto en este momento, siento que podría estar así siempre y no me molestaría en absoluto que Sultana esté casi encima de mí. Desde que empezamos a escuchar música no hemos vuelto a hablar, no habría motivo, pues estamos más concentrados en la música que en otra cosa.

«Algo incómoda la situación porque no me gusta el contacto físico, pero lo tolero.»

De un momento a otro, noto que Sultana se remueve y al final se quita un auricular para mirarme directamente.

— ¿Te puedo hacer una pregunta? — no me deja contestar—Bueno, algunas preguntas.

— Está bien, dime— me quito el auricular.

«Estábamos tan bien y... Mejor lo olvido»

— Es que no sé cómo preguntarte ni que preguntar en realidad, porque es algo que... No, mejor olvídalo — aparta su mirada y se coloca nuevamente a mi lado.

— Ya dime, no creo que sea la gran cosa, solo tienes que soltarlo y ya.

Retoma su posición frente a mi muy entusiasmada.

— Bueno, si lo dices así — esboza una sonrisa— Lo que quería que me cuentes es eso que... Lo que me dijeron de las tradiciones en la ciudad.

— Bueno, eso es fácil...

— Espera, antes de que empieces, levanta la mano como lo hago yo. — la levanto como si fuera a jurar algo— Júrame que no me mentiras en nada de lo que me cuentes Ahmed.

— ¿Por qué tanto drama por eso?

— Solo hazlo, por favor.

No entiendo el afán de Sultana por saber si lo que le decimos es verdad, es decir, no es como si fuera un secreto de estado o algo misterioso y en tal caso, ¿Por qué creería que le vamos a mentir con eso? A pesar de que todo esto me resulta algo infantil, igual, prefiero seguirle la corriente.

— Está bien, lo juro.

— Ahora sí, cuéntame ¿Qué sabes sobre las tradiciones que se acatan en la ciudad? O... ¿No las acatan? O... ¿Son peores que las de nosotros y Baadir me mintió? O...

— Cálmate — tomo su rostro con las dos manos y hago que me mire y se centre nuevamente en mí.

— Lo siento. — suelto su rostro con molestia.

— Ya te dije que no me gusta que te disculpes por todo, pero bueno, lo dejaré pasar esta vez. — Digo sarcástico.

— Entonces, cuéntame todo lo que sepas.

— Bueno, para empezar, déjame recordarte que yo no soy de aquí, — veo desilusión en su rostro — Pero te puedo decir lo que todos saben de tu país y lo poco que he visto en Şekırul, la capital.

— Lo que sepas bastará para mí.

— Bueno, según las noticias que salen a los medios internacionales, tu país desde el 2015 ha intentado desligarse de sus tradiciones, de hecho, hay reportajes que muestran el gran cambio en la sociedad y cómo viven las mujeres ahora, bueno, qué es lo mismo que viven las mujeres en sociedades civilizadas y con derechos.

— No entiendo muy bien eso de los derechos, pero lo que me interesa saber es si las mujeres en la ciudad, podemos hacer una vida sin necesidad de estar casada o si podemos estudiar en la universidad sin la autorización de nuestros padres o esposos, o ...

— Entiendo, entiendo y sí, he visto que las mujeres son muy independientes en la ciudad sin necesidad de un novio o la autorización de la familia, porque pueden tener su apartamento, pueden salir cuando y como quieran, pueden estudiar lo que ellas quieran, e incluso pueden tener varios novios, o no tenerlos, pero si pueden pueden acostar -... , si pueden "besarse" y nadie lesdice nada, como en todo país civilizado.

Se Paciente Conmigo |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora