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Estaban en casa de Stiles, listos para una seria maraton de Star Wars. Pero hay algo que hace días carcome tu conciencia y estos segura que si no se lo dices, vas a explotar en ese cuarto.
—Listas las palomitas, tu llévalas yo subo los refrescos —dijo y volteó para tomar los refrescos, tu por lado tomaste en tus manos las palomitas y caminaron hasta las escaleras, subieron con cuidado para no tirar nada, entraron a su habitación y dejaron todo en el escritorio.
—Oye Stiles, hay algo que contigo quiero hablar antes de empezar con esto —dices cerrando los ojos dándole la espalda.
—Claro, ven siéntate —te sientas en su cama y el tomo asiento en la silla, que volteo para quedar frente a mi—, dime.
—Mhm... bueno primero me tienes que prometer que no te vas a enojar por no decírtelo antes —lo miras a los ojos, el frunció el ceño, pero aun así asintió.
—Lo prometo.
—Bien, esto es algo extraño. Tú sabes que te quiero, mucho, eres el mejor novio del mundo, eres el amor de mi vida.
—Lo sé, tu eres el mio —una sonrisa se formo en tus labios, es que es simplemente perfecto.
—Bien, pues hay algo, muy importante que no te he contado, y siento que si te lo digo, esto que tenemos se puede terminar y no quiero que eso pase—miras tus manos, escuchas como Stiles se acerca y toma tus manos, lo mirar esta de rodillas frente a ti.
—Sea lo que sea, te prometo que no me voy a alejar de ti—llevo una de tus manos a sus labios y dejo un beso en ella—lo prometo.
Unos segundos de silencio los envolvieron, tu mente no dejaba de reproducir escenarios donde le contabas la verdad y de una forma u otra, terminaban.
—Mi padre es Deucalion —dijiste de repente, cerraste los ojos muy fuerte, esperaste que soltara mis manos, que el calor de su cuerpo desaparezca, te pidiera que te fuera de su casa y te alejaras de el y la manada. Pero lo que ocurrió fue muy distinto. Abriste los ojos para encontrarte con los suyos nuevamente—. Puedes decir algo, es que me estoy muriendo aquí mismo.
—Deucalion es tu padre—repitió.
—Si, es mi padre.
—Pero ¿como?
—Bueno, mira se supone que esto ya lo tienes que saber, pero cuando dos personas se meten a una cama con otra intención que no es dormir y...
—¡No! —te corto antes de seguir con tu explicación experta—. Eso ya lo sé, me refiero a que tu no eres una mujer lobo ¿por qué no si el es un alfa?
—Oh, bueno sencillo, mi madre era humana, en esos casos, sus hijos no siempre van a ser un ser licantropos y yo no nací con genética de lobo, soy humana. —explicaste rápido.
—Entiendo, creo. Bueno ¿eso es lo que te preocupaba decirme? —sonríe de forma tierna.
—Si, era eso. ¿No estas molesto cierto?
—No, no estoy molesto. Nosotros no elegimos quienes son nuestra familia, preciosa. Y yo se que tu, no eres como tú padre —sonries por eso, Stiles es de esos chicos que siempre sabe que decir para hacerte sentir mejor.
—Te amo, Stiles
—Yo te amo más, _____—respondió acercándose a ti, junto sus labios por unos minutos en los que podías jurar que todo lo demás dejo de existir. Al separarse sonreiste como una niña, otra vez.
—¿Vemos las peliculas?—preguntaste.
—Claro que si.
Se levanto y acomodo todo para empezar a ver una de sus sagas favoritas el resto del día.
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