𝐈𝐅 𝐎𝐍𝐋𝐘 - 𝐷𝑦𝑙𝑎𝑛 𝑂'𝑏𝑟𝑖𝑒𝑛

𝐹𝑜𝑟𝑚𝑎𝑙

𝖬𝗂𝗇𝗂 𝗆𝖺𝗋𝖺𝗍𝗈́𝗇 2/3

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐞𝐱𝐭𝐨: Dylan y tu son compañeros de elenco, no son pareja porque Dylan no quiere nada serio, pero tampoco quiere verte con otro chico.

En la fiesta que organizo Holland para celebrar el estreno de la nueva temporada de Teen Wolf, no solo estaba el elenco sino también amigos cercanos de todos y era una buena oportunidad para relacionarse con nueva gente.

Por ello te encontrabas junto a Cristal y algunos conocidos, y para tu suerte uno de los chicos que allí se encontraban te pareció agradable, y muy guapo. Claro no podía decir que mas guapo que el chico que acaba de entrar y saludaba a sus amigos, Dylan por mucho que quisiera negarlo, se había ganado tu corazón hace tiempo. Aun cuando habían dejado en claro que lo de ustedes no era nada serio y ese hecho te dolía, y tal vez por ello, solo para sacarle un poco de celos de una vez, tomaste la mano del chico de ojos azules que te hablaba sobre lo increíble que quedó el resultado de la temporada, y le sonriste con inocencia.

—Me gustan tus anillos —le dijiste apreciando lo lindos que se veían en sus dedos—, en especial este ¿tiene algún significado? —preguntaste al ver una serpiente, muy similar al suyo.

—En realidad no, solo me gustó —dijo sonriendole de regreso—¿El tuyo si?

—Si, representa mi casa de Hogwarts —dijo animada.

—Así que eres una Slytherin.

—Soy una Slytherin, así es.

En ese momento sintiste como una una mano se posicionada en su cintura, y el aroma característico de tu compañero de elenco se colaba por tus fosas nasales.

—Hola linda —dijo luego de dejar un beso en la comisura de tus labios.

—Hola Dyl —respondiste con una sonrisa, y con sutileza, quitaste la mano del castaño de tu cintura y te posicionaste al lado de James, tu acompañante. —Bueno, Dylan te presento a James. James, te presento a Dylan, mi amigo.

—Un placer —dijo el de ojos claros acercando su mano a Dylan para estrecharla, este de mala gana lo hizo.

—¿Tu amigo? —preguntó mirandote, y tu solo sonreias con inocencia.

—Así es, mi amigo —el ambiente de pronto se torno tenso, pues ambos amigos aparentemente se estaban matando con la mirada.

—Yo voy a buscar un trago, ¿quieres algo? —ofreció el rubio.

—Si, una margarita, por favor.

—Una margarita, permiso. —dijo y se alejo dejandolos solos a Dylan y a ti.

—¿Tu amigo? —volvió a preguntar sin dar crédito a lo que escuchó unos segundos antes.

—Si, Dylan, ¿te estoy hablando en japones qué no entiendes?

—Tu amigo —repitió —. Tu sabes que de amigo no tenemos nada.

Reíste irónicamente, y te acercaste al cuerpo del chico, con ayuda de tus tacos, su altura era casi la misma por lo que llevaste tus labios a su oído derecho del y susurraste.

—No es eso lo que dijiste hace unos días, ¿lo recuerdas? Tu y yo no somos pareja,_____. Tu puedes tener tus aventuras y yo las mías.

Te alejaste repentinamente y dejaste un espacio considerable entre ambos.

—No me salgas con eso, ni siquiera estabas de acuerdo.

—Pues eso fue hasta ahora, quizás alguien me hizo cambiar de opinión.

Te despidiste y buscaste al chico con el que estabas hace unos minutos, lo encontraste con un trago en cada mano, sonriste y te acercaste a el.

—Lamento lo de hace un momento —le dijiste al llegar a su lado.

—No te preocupes, tengo tu margarita —te extendió la copa y la tomaste entre tus dedos, diste un sordo y le agradeciste.

Luego de unos minutos de charla, ambos entraron en confianza y con sutileza, lanzaban indirectas empezando un coqueteo que fue subiendo de tono y cuando ambos se encontraban a centímetros de chocar sus labios y hacer lo que desde un principio esperaban, un furioso, molesto y celoso Dylan tomó el hombro de James con más fuerza de la necesaria y al alejar lo suficiente su anatomía de la tuya, la tomo de las caderas y como si no hubiera nadie a su alrededor, te beso con desesperación, te sentiste desorientada un momento pero luego sonriste y siguiste el beso del castaño que de a poco bajaba la tensión de su cuerpo y la rudeza de su agarre.

Cuando sus pulmones exigieron aire se separaron a la fuerza, y por primera vez en toda la noche, ninguno se miraba con Ironía o desafío, lo que había en esas miradas era culpa y amor.

—Si te das cuenta de lo que tengo que hacer para dejes de ser un completo tarado ¿cierto? —hablaste dejando suaves caricias en la nuca del chico.

—Lo sé, tu si te das cuenta que llevo toda la noche reprimiendo las ganas de matar a ese idiota ¿cierto? —pregunto el en esta ocasión.

—Si, lo sé. —volteaste a ver al chico, que ahora se encontraba hablando con Crystal.

Ella te dedico una mirada con la que te dio a saber que ella se encargaba de explicarle todo, le sonreiste con agradecimiento y volviste tu mirada a Dylan.

Olvidando el mal momento, empezaron a bailar animadamente y cada tanto se robaban besos.