Capítulo 11

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La cola del cordero

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La cola del cordero.

Capítulo 11


Tengo demasiado sueño y no puedo pensar en que contarles. Quiero dormir por semanas, pero aún así...
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— ¿Así está bien? — preguntó el peliverde mientras arqueaba su espalda hasta lograr que su pecho tocase la superficie blanda de la cama. Una posición algo incómoda y dolorosa, pero con una excelente vista.

Un ligero jadeo salió de su boca al sentir como las medias ajustadas empezaban a apretar sus muslos, los cuales rogaban ser liberados de aquella tela casi transparente.

— No te muevas y alza un poco mas el trasero.

Un gemido cansado salió de la boca del pecoso al escuchar aquella orden, la cual se limitó a cumplir al mismo tiempo que daba una mejor vista de la falda que adornaba sus caderas.

— ¿Esto de verdad es necesario Kirishima? — insistió Izuku sintiendo sus piernas empezar a entumecerse.

— ¿Es que acaso no quieres ayudar a tu amigo que se hunde en pobreza? — preguntó el pelirrojo al mismo tiempo que acomodaba el tripié de la cámara. — ¡Con estas fotos seremos millonarios! — anunció con genuino entusiasmo.

Izuku no pudo evitar reír al mirar la pequeña cola que Kirishima tenía pegada en su trasero.

— Bueno pero, ¿por qué no puedo ser yo el cordero? — se quejó el peliverde en un pequeño suspiro.

— Porque tendrías que ponerte la cola, y a...— Kirishima hizo una pequeña pausa intentando explicar la razón por la cual no era buena idea que él fuera el cordero. Pues sabía de antemano que Bakugou aún no lo había hecho con el pecoso, así que ponerle la cola sería algo...— A mi se me ve mejor, por eso tu debes ser Caperucita Roja. Pero si esta sesión sale bien te dejaré ser el cordero la próxima vez, y podrás usar la cola sagrada. Bueno, te compraré otra, una nueva...

Asintió brevemente mientras trataba de convencerse de que aquella era la mejor explicación que podía dar. No quería ser el responsable de que aquel peliverde fuera desflorado antes de tiempo.

En primer lugar, porque eso no le iba.

Y en segundo, porque Bakugou lo mataría.

— Por cierto, me enteré que entrarás a la UA. — comentó Kirishima mientras intentaba acomodarse su descubierto traje de cordero, preparado especialmente para aquellas fotos que prometían ser bastante comprometedoras y sobre todo que les harían ganar dinero.

— Ah si, conseguí una pequeña beca temporal en la clase de estudios generales. Estaré a prueba unos meses ya que no tengo un kosei, pero en sus palabras parezco tener potencial como ayudante. — Izuku sonrió brevemente al siquiera imaginarlo. — ¿Quieres que mire a la cámara?

El niñero pecoso - KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora