Capítulo 12

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Fiesta de disfraces parte IAll might tiene pecas

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Fiesta de disfraces parte I
All might tiene pecas.

Capítulo 12




La razón principal por la cual no he escrito mucho Lemon es porque son muy pocas las personas que comentan en esas escenas. Todos muy calladitos cuando empieza lo hot🌸💖le tengo miedo a ver pocos comentarios😂💖pero hoy será el primer riesgo que tomaré. No olviden dejar su galletita🍪🥛💖







El silencio inundaba el lugar, de esquina a esquina tan solo se podía ser consciente de las voces de algunos estudiantes regresando a casa, alguna que otra avecilla cantando en los árboles de la academia, y una respiración agitada tratando de recuperar la compostura.

— Nos van a escuchar Bakugou-kun...— comentó el pecoso al sentir el cuerpo del rubio sobre él, acechándolo de manera estrepitosa y algo desesperada.

— Entonces hazme el favor de guardar silencio galletitas. — recriminó Bakugou con una sonrisa extendiéndose por su rostro.

"¿G-galletitas?" pensó el pecoso al escuchar aquel repentino y sorpresivo sobrenombre. Uno que lo hacia replantearse su existencia casi por completo. Y, aunque tenía curiosidad por saber la razón por la cual era llamado así, era mejor concentrarse en las enormes manos que empezaban a deslizarse por su cuerpo.

Las cuales, ya estaban poniéndolo más caliente de lo que le gustaría admitir.

Pronto, el pequeño cuerpo de Izuku empezó a buscar un espacio que le permitiera salir de aquel enorme cuerpo. Sin embargo, aquellos ojos carmesí le advirtieron en una sola mirada que era mejor no intentarlo.

En unos cuantos segundos, su delicada cintura fue atrapada por el rubio, quien en un solo movimiento logró colocarlo encima de su regazo, obligándolo a colocar su trasero justo encima de su pronunciada masculinidad, la cual pedía a gritos ensancharse en el interior de aquel peliverde. En unas cuantas miradas más, las manos de Kacchan se deslizaron con detenimiento, amasando el trasero de Izuku con un entusiasmo digno de alabarse.

Mientras aquellas caricias aumentaban con desesperación, Katsuki Bakugou solo podía pensar en lo bien que se sentiría abrir ese pequeño y apretado agujero.

Romper aquel trasero pecoso que lo hacia perder la cordura. Marcarlo con sus manos, dejarlo temblando debajo de su cuerpo, o escucharlo suplicar piedad para ir más lento.

Cualquiera que fuera el caso, si se trataba de Izuku Midoriya, no había que pensárselo dos veces.

"Joder, de verdad necesito cogermelo"

El niñero pecoso - KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora