Quinto dia, solo quedaba un dia para el baile y otro para que Wonho regresara a su reino. Un solo dia para que Hyungwon tome una decision.
No sabia que hacer
Se encontraban en silencio, desayunando en el gran comedor, junto con los padres del principe.
-Principe Hoseok - hablo el rey - hoy se celebrara una justa. ¿Desea participar?
- Mi rey, no creo que deba participar, aun se esta recuperando de su lesion en el hombro - hablo la reina
- Mi reina, él puede rechazar si lo desea. Solo se lo estoy proponiendo - dijo el rey.
Hyungwon escuchaba solo la conversacion, mientras miraba su desayuno, tonteando con el cubierto.
- Si el principe Hyungwon me ofrece su pañuelo, yo estare dispuesto a participar en la justa - contesto Wonho.
Hyungwon entonces se puso tenso. Si él le daba un pañuelo significaba que lo aprobaba, que era de su agrado, y si Wonho recogia el pañuelo queria decir que él opinaba lo mismo y le correspondia.
Hyungwon trago saliva.
Sus padres estaban espectantes de la respuesta de su hijo.
Miro a Wonho y contesto
-Si el principe Hoseok desea participar en la justa, no tiene relacion si le doy mi pañuelo o no- quizas le habia contestado algo borde, pero no queria que lo obligaran hacer algo que aun no tenia claro.
Sus padres se desilusionaron por su respuesta, pero no le dijeron nada, era su decision despues de todo.
-¿Aun deseas participar?-dijo el rey a Wonho.
-Deseo participar- no iba a rendirse por un pequeño rechazo - aunque no me regale su pañuelo, yo estoy dispuesto a darle el mio.
Hyungwon se sorprendio.
Despues del desayuno, Hyungwon se fue a sus clases de baile, mientras Wonho se iba con el rey para prepararlo para la justa.
Participaban jovenes soldados, que tambien querian sorprender a sus posibles pretendientes, o llamar la atencion de alguien.
Despues de dos horas de baile, y un almuerzo silencioso.
Hyungwon acompaño a sus padres hasta sus asientos en la justa.
La justa consistia en montar a caballo, dos contrincantes, cada uno colocandose a un extremo contrario del otro. En este caso, a ser jovenes y una simple celebracion, sus armas eran unas lanzas de maderas, que aun asi podian hacerse daños, ya que el impacto de la lanza, y despues la caida del caballo era horrible. Ganaba quien quedara de pie.
Llegaron los primeros participantes al campo con sus caballos.
En ese momento de entrada, algunas damas y donceles, lanzaron flores, y pañuelos. Las flores solo eran porque le parecia guapo, el pañuelo tenia un significado mas grande.
Algunos hombres, recogieron el pañuelo, aceptando la confesion asi de la dama, y correspondiendo los sentimientos.
Otros, no recogieron el pañuelo, y la otra persona termino llorando o frustrada, incluso cabreada.
Hyungwon solo negaba con una sonrisa.
Despues de las primeros seis batallas, se preguntaba donde estaria Wonho, pero entonces llego, con un caballo.
El corazon de Hyungwon latio rapido, a pesar que no queria sentir nada, lo hizo.
Le dio el significado que estaba preocupado por su lesion y no por lo que realmente era.
Si le llegaban a golpear en el hombro, mas la caida del caballo seria fatal.
Hyungwon no queria que sufriera ningun daño, al ser un principe invitado de otro reino, no deberia sufrir daño alguno.
Algunas damas y donceles, le tiraron flores e incluso pañuelos, lo ultimo lo enojo un poco, pero no lo mostro.
¿Celos? No para nada.
Hyungwon camino con su caballo, hasta las gradas donde se encontraba Hyungwon, como prometio en el desayuno, le tiro un pañuelo a los pies del principe.
Hyungwon y todo el publico que vio eso, se quedo sorprendido, casi siempre era al reves, porque a parte de la declaracion, es un deseo de suerte y que gane la batalla.
Hyungwon lo miro, pero no recogio el pañuelo.
Wonho se fue entonces, y toda la atencion regreso al campo de justa.
Y la batalla comenzo.
Hyungwon no sabia quien era el otro contrincante, pero solo sabia que no queria que ganara.
El principe, miro a su alrededor, y recogio finalmente el pañuelo del suelo, cuando nadie miraba y lo limpio con las manos la suciedad del suelo.
La batalla duro bastante, ambos eran buenos combatientes.
Quince minutos mas tarde, el otro hombre cayo de su caballo, llevandose la victoria Wonho. Quien se encontraba muy cansado y adolorido de llevar el peso de la lanza.
Miro al principe Hyungwon, para ver su reaccion al ganar, pero lo vio serio como lo encontro al entrar. Sin embargo, el principe Hoseok sonrio al observar que el pañuelo que dejo en sus pies, ya no se encontraba en el suelo.
Fue quizas un rechazo para el publico, pero una aceptacion en secreto para él. Aun tenia oportunidades para conquistar a este principe tan dificil.
Despues de quitarse las protecciones y dejar el caballo, fue en busca del principe. La justa ya habia terminado, por lo que no sabia donde estaba. Sin embargo, tuvo una idea, de que quizas estaba en el jardin como siempre.
Y efectivamente, alli se encontraba.
-Buenas tardes, principe Hyungwon-saludo.
-Buenas noches seria mas correcto, principe Hoseok-saludo Hyungwon
-Tienes razon-dijo Wonho - despues del combate busque el pañuelo que le ofreci, pero no pude encontrarlo, ¿por casualidad lo viste? - pregunto.
-No, despues de las batallas los sirvientes limpian todo, supongo que lo habran tirado-contesto Hyungwon.
Era una gran mentira, lo tenia guardado en su habitacion. Aunque aun dudaba en tirarlo o mantenerlo.
-Vaya. No tengo otro pañuelo-dijo Wonho - ¿podrias darme uno?
-Ya le dije que no voy a darle ningun pañuelo- contesto Hyungwon.
-Lo pido porque no tengo mas, no porque quiera otro significado - dijo Wonho - ¿puedes darme un pañuelo que no tenga ningun significado para usted? - pidio Wonho.
Hyungwon suspiro, y termino dandole el pañuelo que tenia ahora mismo.
-Gracias-dijo sonriente- lo atesorare
-Damelo-dijo Hyungwon.
-Me refiero, que no me confesare a otra persona con él, ya que no soy el verdadero dueño-dijo Wonho.
Hyungwon suspiro y se marcho, estaba demasiado nervioso ahora mismo.
Cuando Wonho se quedo solo, olio el pañuelo, sonriendo por una pequeña victoria encubierta.
Poco a poco, con paciencia, pero sin pausa.
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Blue Flame
FanfictionHyungwon tenía un don que otras personas no tenían. Podía ver unas llamas azules que te ayudaban a seguir tu destino y no perderte, pero por alguna razón las personas los ignoraba ya que no podían verlos