30 días de OTP || Juneli

Beso

Una gélida corriente de viento recorrió por el lugar. Eli se había quedado atónito al oír la confesión de su amigo... ¡estaba enamorado de él! 

La mente del peliazul se había quedado en blanco, no sabría cómo reaccionar. El ambiente se había tornado helado, Junjie estaba que se lo comían los nervios, ya que, no sabría qué respuesta iba a obtener a causa de su confesión tan repentina e inusual. 

Así que una brillante idea se alumbró en la mente del pelinegro; sabía que lo que iba a hacer era muy arriesgado... pero ¿qué perdería al intentarlo?... a parte de la amistad del peliazul... ¿qué más podría perder? 

Junjie comenzaba a acercarse poco a poco al peliazul, Eli notó rápidamente lo que pretendía lograr su amigo pelinegro, intentó levantarse para poder salir del lío en que se había metido... mas no pudo lograrlo. Puesto que Junjie lo había detenido del brazo izquierdo. 

Las mejillas de Eli se ruborizaron al ver cómo su... amigo se acercaba peligrosamente a su rostro. Ya estaba perdido, Junjie lo sujetaba con fuerza, no le costó mucho trabajo pensar en cómo terminaría lo que antes había iniciado como una cena tranquila. 

─Junjie...

Al parecer el pelinegro no se iba a detener, el Shane podía sentir su rostro arder al darse cuenta que la distancia entre ambos era de poco centímetros.  

Los labios de ambos se unieron en un dulce y... tierno beso... curiosamente el peliazul no opuso resistencia de más. 

Junjie comenzaba a poner más presión en los delicados labios de su... amigo. Su textura era suave, Junjie disfrutaba del momento, sin embargo, Eli se estaba asfixiando por falta de oxígeno, el aire no le daba para más. 

Eli apartó al pelinegro quedando en una distancia considerable, las mejillas de ambos ruborizadas por el beso eran evidentes. 

─Jun-Junjie...

A duras penas, el Shane pudo hablar... su cuerpo no respondía, aún no procesaba muy bien lo que acaba de suceder. 

─Eli yo...─. El pelinegro intentaba hallar palabras para justificar tal acto que ni él mismo se imaginó que podría hacer.

El Shane dio un paso atrás, asustado de que se volviese a repetir.

─Te amo... 

Fue lo único que pudo decir. 

─Junjie...

─¿Quisieras... quisieras ser mi chico? 

De nuevo las mejillas del Shnae se tornaron como pequeños tomates. 

─No... 

De nuevo el incómodo silencio invadió el lugar.