30 días de OTP || Juneli

Ropa del otro

La banda terminaba de comer.  

Algo que disfrutaban todos aunque en especial su líder: poder pasar tiempo juntos, y cada comida es una de ellas.

Esta vez era el turno de Trixie y Kord de lavar los platos de la cena y recoger la mesa.

Mientras tanto, Eli se preparaba para dormir. El peliazul compartía habitación con Junjie temporalmente. 

Kord aún no terminaba de construir la habitación del joven pelinegro, y para no quedarse en la fría sala, el peliazul le ofreció gentilmente compartir habitación. 

─Bien─. El Shane levantándose de su cama, tomó una toalla y su cepillo de dientes. ─Me ducharé antes de dormir─. Avisó a Junjie quien limpiaba sus lazadoras de mano. 

─Claro. También me ducharé antes de dormir, mientras tanto... seguiré puliendo mis lanzadoras.

A mitad del baño, todo el refugio quedó en total oscuridad. Trixie, Kord y Pronto disfrutaban de una película de terror cuando la televisión y demás dispositivos electrónicos dejaron de funcionar. Un apagón había estropeado la noche.

Trixie muy enojada dejó soltar un gruñido, la película había quedado en la mejor parte.

─Ahora vengo... veré que sucede.

Kord se levantó del sofá que compartía con Trixie y Pronto, para luego marcharse de la sala de estar, con intención de ver los interruptores los cuales controlan la energía eléctrica. 

─¿Jun... Junjie?

El peliazul llamó a su amigo, Junjie por otro lado buscaba algo con qué iluminar la oscura habitación. Claro, podría pedirle ayuda a su babosa, sin embargo, la infierno suya y la de su amigo ya estaban dormidas, y no le parecía justo interrumpir su descanso. 

─¿Qué ocurre Eli?─. Preguntó el pelinegro acercándose a la puerta del baño. ─¿Sucede algo?

─No, sólo quería saber qué ocurre... no hay luz y no puedo ver nada.

─Tranquilo, buscaré alguna lámpara o algo que pueda iluminar la habitación. 

Unos cuantos minutos después, Kord avisó a todo el grupo que había un problema en el sistema de electricidad: algunos interruptores se habían estropeado, hasta entonces se quedarían sin energía eléctrica. 

Junjie regresó a la habitación de su amigo. Con cuidado subió las escaleras y hasta por fin llegar a la habitación. 

Al momento de entrar, oyó la voz de su amigo, quién ya había terminado de ducharse. Si no fuera por lo oscuro del lugar, habría terminado metido en un gran problema. 

─¡Junjie! ¡Avisa antes de entrar!─. Se quejó el peliazul, vaya suerte que Junjie no lo vio medio desnudo. 

─¡Eli! ¡Lo lamento! enserio, lo lamento mucho... no sabía que ya había terminado de...

─Sí... y ahora... ¡¿puedes salirte!? ¡trato de vestirme!

─Ca-claro, lo siento.

Junjie muy apenado se retiró de la habitación: cerrando la puerta, se recostó sobre la pared, sus mejillas se había ruborizado, no por lo anterior sucedido, si no que: su mente se imaginaba a Eli en ese estado, sin nada de ropa puesta. 

El pelinegro movió su cabeza como señal de evitar aquellos pensamientos que lo perturbaran, no era nada bueno dejar volar su imaginación. 

Al cabo de un rato, la puerta se abrió, y con ellos, una pequeña llama daba la impresión de que flotaba, pero no, Eli portaba a Burpy en sus hombros. 

─Junjie...

El pelinegro volteó su cabeza en dirección de aquella voz que lo llamaba. Junjie algo extrañado y confuso miraba a su amigo peliazul... algo no encajaba bien en él. 

─Ya puedes entrar.

─Eli...

─¿Sí? ¿qué sucede?

El pelinegro se acercó hasta tener enfrente a su amigo, al momento de ver sus ropajes, se llevó la impresión de que se había puesto ropa suya. 

─Eli... ¿que esa no es ropa mía?─. Cuestionó el pelinegro no tan contento. 

El Shane algo incrédulo se vio a sí mismo, y en efecto, traía puesta la ropa de su amigo pelinegro. Ahora entendía porqué era demasiado grande para él. 

Burpy se reía al notar la expresión avergonzada de su lanzador, y más aún: el no tan contento rostro de Junjie. 

─Junjie... lo lamento, estoy seguro que era mi ropa para dormir pero nunca imaginé que era tuya, ahora mismo voy y me la quito. 

─Ya. No te preocupes, no me molesta que uses mi ropa... pero... no es de tu talla.

─¡Junjie!─. Las mejillas de Eli se sonrojaron. 

─¡Jajaja! Sólo bromeo... Está bien, ve a cambiarte, y no te tardes.

─Ahora salgo. 

Eli se regresó de nuevo a su habitación, Junjie aún le causaba gracia el haber visto a su amigo con sus ropajes, efectivamente disfrutaba de los momentos graciosos e inusuales que pasaba con el Shane.