Licorice tiene un crush con Madeleine, y no sabe exactamente como llamar su atención.
No fue hasta que se le ocurrió la idea de mandarle algunas notas, donde siempre y sin falta recitaba su amor eterno.
"Madeleine!, Be my love!"
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⚠️Disclaimer: Puede que haya muchos Ooc se parte de los personajes y trama normal -para nada canon del juego, pero x, somos chatvos-, así que pido una disculpa de antemano (?)
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Cinco viajeros se encontraban caminando por las calles desiertas de Pilgrim's Path, estaban agotados y sedientos, y para su mala fortuna, aún faltaba bastante que recorrer para llegar al próximo mercado. Se habían confiado demasiado y ahora estaban sufriendo las consecuencias.
—Siento que me derrito...-Susurro el pequeño hechicero abanicándose con su mano y retirándose el sombrero, junto con su bufanda para aligerar el calor.
—De haber sabido que haría un calor de mil infiernos, hubiera comprado bastantes botellas de agua en el mercado anterior.-dijo cierto moreno, con notable molestia. Y él que había pensado que las que tenían eran suficientes... Vaya que se equivocó, y no quería aceptar ese error, era muy orgulloso. -aunque lo hizo inconscientemente, gracias al calor-.
—Yo me hubiera quedado dando clases...-dijo la hechicera albina, sujetándose su enorme y largo cabello.
—No se desanimen compañeros míos, no falta mucho para llegar a un mercado o pueblo.-dijo el único caballero de ahí, tratando de animar a sus compañeros, mientras acomodaba en su espalda, al pequeño rey, quien no ha podido caminar, -gracias al cansancio-, desde hace un buen rato.
—¿Cómo rayos hace para tener tanta energía?.- preguntó Wizard mirando al mayor, con notable confusión.
—Es un caballero querido, ha hecho muchas jornadas en peores climas.-dijo la mayor sonriendo ligeramente.
Después de esa pequeña charla, se dispusieron a seguir caminando, con el consuelo de que no faltaba mucho para irse de ese maldito lugar caluroso. Pero, para desgracia suya, no encontraron ningún mercado en la cercanía, además, vieron a un pequeño ejército de Golems de azúcar y aves de crema dulce acercarse hacia ellos. Y para agregarle más sal a la herida, a lo lejos vieron que eran comandados por, nada más y nada menos que...
—¡Licorice!, que cobarde de tu parte esconderte siempre detrás de un ejército de enemigos.-habló Madeleine colocándose a la cabeza del grupo, -claro, después de dejar a Custard III con Latte-.
—¿Esconderme yo?, ¡Hah!, me das tanta gracia, caballero de cuarta. Planeó mis cartas que es otra cosa, esta vez se enfrentarán a mí, y no dejaré que se interpongan más en mi camino.-dijo la parca orgulloso de sí mismo.
—Pfft, como si tu magia pudiera hacernos algo.-se burló Espresso, cosa que irritó a Licorice.
—¿Cómo te atreves?, ¡Esta va a ser la última vez que te burlas de mí!-gritó Licorice, antes de dar la señal para atacar.
Fue así que una pelea había iniciado. Desafortunadamente gracias al calor y a las pocas energías que les quedaban, les costaba un poco -por no decir, mucho-, hacerle frente a la mayoría de los enemigos. Era evidente y obviamente no pasó desapercibido por Licorice, quien aprovecharía para huir del lugar, bastante seguro de que su ejército podría con esos incompetentes.