way back home › chanlix

veintidós.

Advertencias: ay we se acabó el fluff. Comienza el drama jejeje

Pronto llegó el momento de marcharse y volver a Seúl, pues el nuevo año académico iba a iniciar pronto. Tanto Chan como Felix tenían varias cosas qué hacer, en especial el mayor, que debía entregar las planificaciones correspondientes a sus distintos cursos. En casa de los padres del alfa, no tenía mucho tiempo libre para dedicarse a ello, así que convinieron que era mejor volver, al menos, dos semanas antes de que iniciara el nuevo semestre.

—¡Espero que nos visiten pronto! —dijo Nahee, con los ojos llorosos mientras observaba a Chan poner en su asiento a Seungmin.

—¡Claro! —Felix la abrazó—. Además, pueden ir a visitarnos también, ¡estaremos más que felices de recibirlos!

—¡Aos, buba! —chilló Seungmin, moviendo su manito desde su lugar—. ¡Aos, bubo! ¡Muak, muak! —y comenzó a lanzar besitos.

Eso provocó que Nahee se pusiera a llorar y Hyunsuk tuvo que abrazarla para consolarla, a pesar de que también estaba llorando. Fue una despedida un poco desastrosa, pero al menos, Felix logró ganarse a sus suegros gracias a Seungmin. Su bebé era fabuloso.

—Estoy preocupado —le dijo Felix cuando iban saliendo de Daegu, entrando en la carretera.

—¿Y eso por qué? —preguntó Chan, enarcando una ceja.

—Tu madre se volverá loca si es que tenemos más hijos —explicó el omega, y Chan solamente soltó un par de risas, a pesar de que sabía que Felix tenía razón.

Sin embargo, las palabras de Felix hizo que los dos pensaran en un futuro próximo para ellos. Si bien el menor no quería tener un hijo más hasta terminar con sus estudios, le entusiasmaba demasiado la idea de poder quedar embarazado de Chan y dar a luz a su hijo. Sabía que para el alfa era una idea que también le emocionaba, porque sería dar unos pasos más serios en su relación, donde ambos se afianzarían con una vida juntos.

—Te amo —le dijo Felix, de pronto, y Chan le agarró la mano.

—Yo también te amo, bebé —le aseguró, sonriéndole—. Y sabes, estuve pensando en algo...

—Uh, a veces tus ideas son algo extrañas —bromeó Felix.

Chan le dio un apretón.

—¿Qué tal si piensas en vivir juntos? —le dijo, suavizando su voz—. En mi departamento, los dos juntos y Seungmin.

—¡Baaaaaaa! —gritó Seungmin, desde atrás, chupando la cabeza de su revivido conejo. Le compraron uno igual al que tenía, que, a esas alturas, se encontraba todo raído y gastado. Ya no aguantaría más destrozos por parte del bebé.

—¿Hablas en serio? —preguntó Felix, tratando de contener su sonrisa de felicidad—. ¿No es un poco apresurado?

—Claro que no —Chan sacudió su cabeza—, además, ya tienes mi marca. Quiero compartir toda mi vida contigo, mi amor.