epílogo.

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Advertencias: fluffy. último capítulo uwu

—¡A ver, ¿a cuántos de aquí les gusta comer un huevito frito, revuelto o duro?!

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—¡A ver, ¿a cuántos de aquí les gusta comer un huevito frito, revuelto o duro?!

—¡A mí, a mí, a mí!

Felix se rió ante el entusiasmo de los niños, que levantaban sus manos exaltación infantil. A esas alturas, ya estaba acostumbrado.

—¿Y cómo dice la canción del huevito, niños?

—¡Popular y perfecto, completo en todos sus aspectos! —corearon los pequeños de manera desordenada—. ¡I love egg, egg!

El omega volvió a reírse, encantado y feliz. Al menos, hasta que Minseok habló.

—¡El tío Lix tiene un huevito en su panza!

En un inicio, se sintió algo confundido por el grito que pegó el niño, pero a los pocos segundos entendió a qué se refería.

—No es un huevito —aclaró, y llevó su mano a su barriga hinchada—, es un bebé.

—¡¿Un bebeeeeeeeeeeeeeeeé?! —gritaron todos.

—Sí, un bebé —Felix sonrió otra vez, y el timbre que anunciaba el fin de las clases tocó—. ¡Pero bueno! Se los contaré cuando nos veamos el lunes, ¿qué tal?

Los niños y niñas volvieron a corear que sí, y agarraron sus mochilas mientras Felix les iba a abrir la puerta de salida. Afuera, en el pasillo, ya les esperaban todos los padres para llevarse a sus hijos a la casa, que no tardaron en salir. A medida que se iban, Felix les iba chocando las manos y deseándoles un bonito fin de semana.

Comenzó a recoger sus cosas y levantó la cabeza cuando escuchó que alguien tocó la puerta, que seguía abierta.

—¿Interrumpo algo? —preguntó Chan.

—¡Mamiiiiii! —gritó Seungmin, yendo de la mano del alfa—. ¡Ya vámonos, vámonos!

Felix cerró su bolso y se lo colgó. Se inclinó ante el pequeño omega que ese día cumplía sus siete años.

—¿No me vas a saludar, Minnie? —preguntó.

—¡No me digas así! —chilló Seungmin, avergonzado, pero se estiró y besó la mejilla de Felix—. Vamos, vamos, ¡quiero pastel!

El omega le agarró la mano a su cachorrito, que parecía a punto de salir corriendo hacia el auto. Chan, sin embargo, le retuvo y sólo ignoró los quejidos del pequeño para sostener a Felix de la barbilla y darle un beso en la boca. Felix soltó una risita traviesa.

—¡Puaj, que asco! —gritó Seungmin entremedio de los dos.

—¿Todo bien hoy, bebé? —preguntó Chan—. ¿Cómo se portó el pequeño Yeonjun?

—Yeonjun estuvo tranquilito hoy —aseguró Felix, y se puso a caminar, con Seungmin todavía refunfuñando—. ¿Me extrañaste?

—Siempre te extraño —Chan le dio otro beso, sólo que en la mejilla, y se rieron al oír el nuevo reclamo de Seungmin.

way back home › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora