Instituto Le Sommet

Capítulo 16 "Amistad y algo más"

El sábado finalmente había llegado, después de una semana caótica, el ambiente en el instituto se había calmado.

La directora Olsen caminaba alrededor del campus con su típica taza de café mientras veía atenta a su alrededor.

Sonrió cuando noto que en todo el campus había movimiento, a diferencia de los días entre semana, se podía ver a los estudiantes sin uniforme y un poco más relajados. La mayoría se dirigían hacia la entrada del campus, algunos esperaban a sus amigos y otros ni siquiera iban al centro por lo se dedicaban a descansar y disfrutar de su ansiado sábado.

Caminaba hacia el edificio Praga, donde las chicas de 16 años vivían, ya había recorrido varios dormitorios asegurándose que todo estuviera en orden y para esa hora solo le quedaban Praga y London por revisar.

Por lo general la directora era una mujer que siempre caminaba apresurada, y no era para menos, después de todo era ella la encargada de que todo en Le Sommet estuviera en orden. Así que era raro verla caminar de forma tan tranquila como lo hacia ese día.

Pero si había alguien que no podía descansar ni ese día ni otros, esa era la secretara Montijo. La mujer estaba a unos metros de ella, hablaba con un grupo de chicos no mayores de 15 años mientras se llevaba una mano a la cabeza.

Olsen se acercó, sabiendo que Galilea probablemente llevaba levantada desde muy tempranas horas, coordinado todo para que, como cada semana, la ida al centro de los alumnos saliera perfecta.

- Buenos días – dijo alertando tanto a la secretaria como a los estudiantes.

- Buenos días directora – los cinco chicos contestaron al mismo tiempo.

- Hola Lizzie – Galilea le sonrió.

- ¿Todo bien? – la directora pregunto alternado su mirada entre la mujer y los adolescentes.

- Hay un problema – dijo señalando a los chicos.

- ¿Qué pasa? – los miro

- Queremos ir por el centro solos – el más alto de ellos bufo.

- Temo que eso no es posible Montgomery – Olsen dijo calmada – Conocen las reglas, solo los mayores van solos.

- Es injusto directora – otro de ellos replico.

- Si si – la secretaria intervino – Ya escucharon a su directora, ahora váyanse si no quieren que se les haga tarde.

Los chicos (molestos) desaparecieron dejándolas solas.

- Te lo juro Lizzie – la mayor bufo – Nunca falta un grupo que me pide lo mismo cada sábado.

- Tranquila Gali – le sonrió – Hare que sus asesores se los recuerden.

- Aun así no entienden – soltó en español y la pelirroja se rio – Bien, bien, les tendré más paciencia.

- Gracias Gali – suspiro – ahora si me disculpas, aún tengo que revisar Praga y London – le dijo mientras comenzaban a caminar.

- No te preocupes Lizzie, yo tengo que terminar de verificar que todo esté en orden allá afuera.

- Suerte con eso – ambas se rieron.

Una vez que la directora se separo de ella hacia uno de los dormitorios, la secretaria siguió caminando rumbo a su destino.

Mientras caminaba con prisa a través del campus hacia la salida, veía con la mayor atención posible a su alrededor recibiendo algunos saludos de los alumnos en el camino.