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Capítulo 27: Esperando mi regreso

Al final, Xu Chengyan, junto con Qin Zhou, envió a la abuela de vuelta.

La familia de Qin Zhou no estaba muy lejos, y vivía en una vieja casa en las afueras de la entrada del pueblo.

Qin Zhou ayudó a su abuela a volver a su habitación y se apresuró a traer una silla: "¡Siéntate, jefecito, te voy a dar agua!".

Xu Chengyan se sentó en la silla y observó la casa.

La casa era un poco vieja, con gran parte del yeso desprendido de las paredes, y debido al reducido espacio, los objetos diversos estaban densamente amontonados, con muchas botellas de plástico en las esquinas, que deberían haber sido recogidas por la abuela.

Qin Zhou también vertió el agua y acercó la taza. Con un poco de vergüenza dijo: "Aún no ha hervido el agua caliente, por lo que primero se vierte el agua fría..."

Xu Chengyan sostuvo la taza y volvió a mirar hacia el dormitorio, preguntando: "¿Está la abuela sola en casa?"

Qin Zhou asintió y dijo con cierta impotencia: "No hay dinero, y como tengo que trabajar durante el día, no tengo tiempo para cuidar de la abuela".

"¿No hay nadie más en casa?"

"No hay nadie más, sólo yo y la abuela". Qin Zhou sacudió la cabeza y dijo con ligereza: "Mi madre huyó con otra persona cuando me dio a luz. Después mi abuelo enfermó y murió, y mi padre también murió."

El tono de Qin Zhou era plano, como si estuviera hablando de algo que no tenía nada que ver con él.

"Lo siento." Xu Chengyan bajó los ojos.

"Está bien". Qin Zhou agitó la mano, despreocupado.

Xu Chengyan volvió a preguntar: "¿No tienes ningún pariente que pueda ayudar?".

"Tampoco hay parientes". Qin Zhou dijo: "Mi abuela y yo éramos de fuera de la ciudad, de una pequeña aldea rural del norte, y sólo después nos trasladamos a este lado de la ciudad".

"Es bueno acostumbrarse". Qin Zhou sonrió: "Todos los días son bastante felices ahora también".

Xu Chengyan también se calmó y dejó de hablar.

Y justo entonces, se oyó un sonido de movimiento desde el otro lado del dormitorio.

Cuando Qin Zhou lo oyó, tuvo que levantarse y entrar en el dormitorio. Vio a su abuela de pie frente al armario, rebuscando en él algo.

"¡Abuela!" Qin Zhou ayudó a su abuela y le dijo apresuradamente: "Dime lo que quieres y te ayudaré a encontrarlo".

Pero la abuela siguió ignorando a Qin Zhou y continuó mirando en el armario.

Hasta que encontró un grueso sobre en el compartimento más interior del armario. La abuela sacó apresuradamente ese sobre y se dirigió hacia Xu Chengyan

"Xiaozhou..." La abuela se apresuró a acercarse a Xu Chengyan, sacó todo el dinero que había dentro del sobre y lo metió en la mano de Xu Chengyan.

"La abuela lo guardó todo para Xiaozhou..."

Xu Chengyan miró hacia abajo y vio que todo lo que tenía en la mano, la mayoría eran dólares y cincuenta centavos. Y ninguno era muy nuevo, parecía estar guardado desde hace mucho tiempo.

"Se lo doy todo a Xiaozhou..." La abuela tomó la mano de Xu Chengyan, "Xiaozhou compra más para comer, la abuela no tiene hambre..."

Xu Chengyan sintió de repente que el cambio en su mano se volvía pesado, y cuando miró a Qin Zhou, vio que éste tenía los ojos rojos y se giró para limpiarse los ojos.