Cuando He Yang regresó, ya era tarde.
En el sofá, Xu Chengyan dormía plácidamente con una manta sobre su cuerpo.
He Yang se acercó y puso casualmente las fresas en la mesa. Luego se sentó a un lado, palmeó con las yemas de los dedos al joven y lo acarició, llamando suavemente: "Yanyan".
Xu Chengyan se molestó por el pequeño gesto de He Yang y se despertó, abriendo los ojos con un murmullo aturdido.
Como aún no se había despertado, Xu Chengyan estaba todavía un poco aturdido. Sus ojos de flor de melocotón estaban densos de niebla acuosa.
He Yang se inclinó hacia él y le dijo, con cierto descuido, "¿has dormido toda la tarde?".
Xu Chengyan parpadeó, sin relajarse aún, y preguntó: "¿Qué hora es?"
"Son las seis". He Yang alargó habitualmente la mano, tratando de cubrir la colcha del joven con más fuerza.
Xu Chengyan finalmente se relajó y se apresuró a levantar la mano contra el pecho de He Yang, deteniéndolo: "No presiones".
"¿Ah?" El movimiento de He Yang se detuvo, y cuando miró hacia abajo, vio que el pecho del joven estaba arqueado, y parecía haber algo debajo de la manta.
He Yang se quedó mirando la manta y vio una cosa suave que se movía dentro.
Inmediatamente después, una cabeza esponjosa salió del interior de la manta.
El pequeño Wen asomó la cabeza y giró los ojos por un momento, luego cambió de posición y siguió recostado sobre el pecho del joven.
Xu Chengyan también se acercó y tocó la espalda del pequeño Wen a través de la manta.
He Yang miró fijamente a Xiao Wen, con el ceño fruncido, y dijo sin prisas: "Va a soltar pelo, no duerman juntos".
He Yang sacó directamente al pequeño Wen del interior de la manta y lo puso en el suelo.
Xu Chengyan estaba un poco perezoso y no pudo evitar preguntar: "Tú criaste a Pequeño Wen, ¿por qué sigues pensando que pierde pelo?".
He Yang se inclinó y retiró un poco la manta del cuerpo del joven, mirando el pelo de gato en su pijama y frunció el ceño: "Está por toda la ropa".
"¿Lo está?" Xu Chengyan sonrió y miró su pijama, dándole unas palmaditas despreocupadas, sin importarle realmente.
He Yang preguntó: "¿Te has metido en problemas esta tarde?"
Xu Chengyan no respondió directamente, sino que dijo: "Deberías preguntarle a Qiqi".
He Yang adivinó algo y preguntó: "¿Qué has roto esta vez?"
"No he roto nada". Xu Chengyan se incorporó ligeramente y se apoyó en la almohada: "Es Qiqi".
Xu Chengyan señaló en una dirección determinada y dijo: "Qiqi masticó tus pantuflas".
He Yang miró en esa dirección y vio una pantufla tirada en la alfombra no muy lejos.
Sólo la pantufla había sido masticada y parecía rota y hecha jirones.
"Yanyan". He Yang dejó escapar un suave suspiro, "No puedo dejarte solo en casa en el futuro".
Xu Chengyan se sorprendió y tuvo que enfatizar de nuevo: "Qiqi lo mordió".
He Yang: "Las pantuflas estaban en el estudio. Qiqi no suele entrar ahí".
"No estoy seguro". Xu Chengyan explicó: "Estaba jugando con él en el primer piso por la tarde, y de repente entró corriendo al estudio".
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ཞ3Ɩ4ƈıóŋ ɖ3 ʂų℘Ɩ3ŋɬ3
RomanceXu ChengYan lleva cinco años con el maestro más joven de la familia He, a su entera disposición y complaciente en todo momento. Aunque He Yang siempre lo tratara con frialdad, Xu ChengYan seguía dispuesto a hacer cualquier cosa, pensando que mientra...
