Capítulo 1

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Cheryl se despertó muy temprano, adelantándose a su alarma por unos minutos, como siempre. Se estiró bajo sus lujosas y sedosas sábanas, con una sonrisa triunfal en el rostro

Hoy iba a ser un buen día. Un día exitoso

Su teléfono móvil la sacó de su éxtasis, e ignoró la llamada en cuanto comprobó el identificador de llamadas

Sus padres

Sabía que era Nochebuena, pero su futuro no tenía vacaciones, ni tampoco su cuenta bancaria

- Alexa - ordenó al aire - Toca La Donna E Mobile de Pavarotti

La alegre y dramática canción empezó a sonar por todas partes en el comando. Saltó de la cama y bailó por su lujoso ático de Nueva York sin más ropa que sus bragas negras

Las cortinas que cubrían las ventanas del suelo al techo se abrieron mecánicamente, revelando una vista millonaria de toda la ciudad

- Hoy nos vestimos para impresionar - sonrió Cheryl, revolviendo su costosa colección de trajes

El tono de llamada de su teléfono móvil indicaba una llamada de su hermano, Jason

- Lo siento, Jason, pero tu hermana está demasiado ocupada conquistando el mundo - murmuró Cheryl mientras ignoraba la llamada

Duchada y vestida con unos pantalones beige planchados y una chaqueta a juego sobre una camisa blanca, se puso delante de su gran espejo y se inspeccionó el pelo hasta la mandíbula, asegurándose de que estaba perfectamente peinado. Completó su atuendo con unos pendientes, un collar y su Oyster Rolex de oro favorito

- Luciendo como un millón de dólares, Blossom - asintió a sí misma

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Alfred, el hombre que estaba detrás del mostrador del vestíbulo, sonrió a Cheryl en cuanto salió del ascensor

- Buenos días, señorita Blossom - dijo, ajustando su gorra

Cheryl se acercó mientras se ponía el abrigo y los guantes

- Buenos días, Alfred - sonrió - ¿Cómo ha sido tu mañana hasta ahora?

- Ha estado bien - se sonrojó - Tengo su escocés de 25 años señora, muchas gracias

Cheryl guiñó un ojo

- Sabía que te gustaría

- Feliz Navidad, señora - dijo, asombrado, mientras la veía partir

Cheryl era una fuerza. Dondequiera que fuera, sabía que sería el centro de atención. Le encanta, y lo utiliza en su beneficio. Ningún inversor o empresario podía resistirse a su encanto

Era bueno para el negocio y para las mujeres

Su Ferrari ya la estaba esperando cuando salió del edificio

- Buenos días, señorita Blossom - asintió el portero, abriendo la puerta del conductor para ella

- Buenos días, Arthur - Cheryl se deslizó en el coche - ¿Recibiste mi regalo de Navidad?

El hombre enrojeció

- Sí, señora, muchas gracias

Cheryl arrancó el coche

- De nada

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En cuanto entró en su despacho, le pusieron un café en las manos

- Todos están listos para usted, señora - dijo Tabitha, su asistente, mientras ayudaba a Cheryl a encogerse de hombros

- Gracias, Tabitha - dijo Cheryl, aceptando los archivos que le dio y caminando en dirección a la sala de conferencias

A Family Woman ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora