ᴊᴏ ᴍᴀɪ ᴍᴀɪ (ʟᴀᴍꜱ)

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One-shot
↱Lams
↱Romance/Nostalgia
↱MENOS DE 6 MIL PALABRAS ES UN RÉCORD. En serio estoy feliz por aprender a hacer shots menos largos :)

Dicho esto, gracias por leer💛

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Las expectativas de John sobre su vida habían ido en decadencia desde que cumplió los veinticinco. Comprendió que madurar es un paso que perjudica a más pronto se dé.

Cuando entró al instituto se sentía perdido. Sentía que todo a su alrededor ocurría a una velocidad que él no era capaz de seguir. Su mundo era un cambio constante, y era incapaz de conocerlo con exactitud porque cuando se concentraba en la realidad de un instante preciso, ya todo había cambiado. 

De esa forma, John comenzó a encariñarse con aquellas cosas que parecían intactas con el paso de los años. El jardín junto al aparcamiento de su escuela, las escaleras de incendios, el cantar de los pájaros y los vinilos antiguos que estaban rayados al final de la canción. Pequeñas cosas que podrían reconfortarlo cuando no pudiera hacerle frente a la inconstante verdad de todo lo que lo rodeaba.

Ya saben aquello que se dice: la rutina es la materia nostálgica, el verdadero romance de un poeta. Los recuerdos permanentes constituían para John un pilar sólido donde sustentar su realidad mutable que se tambaleaba entre cimientos quebrantables. Como los grandes filósofos Sócrates, Platón, y San Agustín, John perseguía lo sempiterno, lo perdurable, la verdad eterna e inagotable que permitiera construir un mundo justo. 

Pero todo aquello cambió cuando John conoció a Alexander. Si es para bien, o para mal es otra cuestión. El lector puede juzgar y decidir aquello que más le convenza. Pero a los ojos de John, su vida nunca se había visto tan brillante que en sus diecisiete.

Sentía el mundo a sus pies. Se creía el rey del mundo. No había nadie que lograra hacerlo cambiar de parecer, y era imposible disipar las enormes nubes de expectativas e ilusiones que obnubilaban su juicio y dominaban sus acciones. 

John jamás había sido tan John. ¿Pero quién es John? ¿No era esa impaciencia y desenfreno un espejismo? ¿Quién era John en realidad, y por qué nadie era capaz de verlo? 

Sería bonito pensar que detrás de quienes somos se esconde el billete al Paraíso. Si el pasaje directo al Edén se ganase con esa respuesta, John tendría muchas dudas de ser digno de aquel pedacito de cielo que llevaba su nombre escrito.

"No somos conscientes de quienes somos hasta que nos toca mirar atrás. Entonces nos convertimos en esclavos de lo que podríamos haber sido". 

John dijo esa frase una vez. Fue en clase de filosofía, con diecisiete años. Hablaban de Descartes aquel día. El profesor era uno de esos que piensan que los adolescentes tienen cosas que decir, que son capaces de razonar y decidir más allá de su propio placer instantáneo, y por eso a John le caía bien. De vez en cuando participaba en sus clases. Aunque terminaba mezclando la autoconciencia de Descartes con la dialéctica del amo y el esclavo de Hegel, siempre cuando terminaba de hablar, el maestro le sonreía. Tan mal no lo podía haber hecho. 

Gracias a esa respuesta en clase de filosofía, Alexander se acercó a él. En un inicio, por curiosidad, como la mayoría de las cosas que Alexander hacía. Tenía una especie de frenesí que le impulsaba a conocer más. El 'sapere aude' de Kant le gritaba que nunca se quedara en la superficie, pues había siempre algo que explorar, algo que conocer. No se conformaba con experimentar el mundo, Alexander quería comprenderlo y analizarlo, para dominarlo y manipularlo a su antojo. 

John, en cambio, tendía a pasar por el océano del conocimiento como por la superficie de un lago congelado, con los pies temblando y el corazón acelerado al sentir el placentero crujir del hielo quebrarse. Siempre creyó que realmente era incapaz de entenderse a sí mismo, así que cualquier conocimiento se le quedaba demasiado grande. 

Como Si Nada - Hamilton/Lams (OneShots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora