Viejos recuerdos: Ya no es lívido sino encanto

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La prensa amarillista nunca falta y aquí tampoco hay excepción. El pasado viernes, en un local de helados, se vio a Gaara, la nueva adquisición de "Sueño Eterno", salir con una joven mujer rubia y un bebé de dos años aproximadamente. El infante no tenía ningún parecido al joven Gaara, pero aquellos ojos eran idénticos a la dama, a quien se establece como madre del niño.

¿Será acaso que esa mujer ganó el corazón del apuesto muchacho, con buenas acciones o solo lo chantajea con la paternidad? ¿Qué pasado oculta el joven Gaara a quien muy pocas veces se lo ve en las calles sin la compañía de su representante? ¿Por qué decidió establecerse luego de escasas apariciones desde que tiene 13? ¿Perdimos al bombón de Hatake por otro joven misterioso?

Quien no oculta nada de su vida privada es el hombre más sexy de Japón. El joven Naruto tiene su vida pública y privada en el mismo lugar y lo agradecemos infinitamente. La única pregunta que podemos plantearnos con este modelo es: ¿Quién será la siguiente suertuda en su cama?

*

Si la cama no estuviera sujeta a la pared, muchos se habrían quejado del ruido, menos la maquillista que tenía debajo y a quién castigaba con pasión desde hace veinte minutos. El labial lo tenia esparcido por toda al cara y rasgaba las sábanas con fuerza. Esos ojos verdes se perdían tras lágrimas de placer y sus gemidos lo encendían cual fuego en paja seca.

-Pre... Prepárate. -dijo en un gruñido y sonriendo con perversión- Si gritas no... no habrá segunda ronda.

Naruto agarró una de sus piernas, la levantó hasta tocar su hombro y con toda la fuerza que le quedaba en la pelvis se introdujo en ella con fuerza y la chica no pudo callar la satisfacción de esa descarga.

*

Él se levantó de la cama para echar a la basura del baño el condón usado y darse una ducha.

-Eso fue increíble. -expresó ella con una satisfactoria sonrisa enseñando sus pechos mientras buscaba sus prendas.

-Lástima que gritaste. -comentó a modo de coqueto sarcasmo desde la ducha.

-No solo eres el más sexy, sino que sabes donde tocar para encender el cuerpo. -agregó poniéndose el brasier luego de estar cubierta abajo- Si mi novio se entera y me abandona habrá valido la pena. -Ella se acercó a la puerta del baño y lo vio saliendo de la ducha todo mojado y... libre. -Si no te cubres, es posible que me quite todo otra vez.

Naruto tomó la toalla y sonrió con placer y un ligero toque de bochorno.

-Buena con el maquillaje y buena con la boca, eh. -Ella le guiñó un ojo y él la acompañó a la puerta. -Esto fue cosa de una vez. -dijo cuando ella dio un paso afuera del departamento.

-Eso me dices cada semana desde hace dos meses. No será que tú eres el que se apegó a...

-No, claro que no. Pero las otras no han sido tan buenas.

Ella lanzó una carcajada irónica.

-Si mi novio tuviera tu práctica, le hubiera aceptado la propuesta de matrimonio la última vez.

-Eres horrible. -expresó con una sonrisa y ella continuó el camino por el pasillo haciendo una mímica con la mano cerca del oído.

- ¡No, no te voy a volver a llamar, Ino, de veras!

-Lo creeré cuando llegue el próximo sábado. Cuídate, Naruto. -Y el ascensor se la llevó.

Él regresó al interior de su departamento, se vistió, recalentó la segunda porción de ramen que compró esa mañana y se sentó a ver tele. Las carcajadas de las caricaturas se escuchaban en la inmensidad del lugar hasta que una llamada lo sacó de su día libre.

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