VIII

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Toda la historia será narrada por la escritora.

Finalmente, alrededor de las 00:40, ambos cayeron rendidos por el cansancio. ChangBin se quedó dormido plácidamente, mientras que Felix, sin darse cuenta, terminó abrazándolo suavemente. Era un abrazo natural, inconsciente, como si ambos hubieran encontrado un momento de paz en esa compañía inesperada.

Lidia entró en la habitación para recoger la comida. Al verlos, se detuvo y sonrió al notar la escena frente a ella: Felix abrazaba al empresario con una expresión tranquila, mientras ChangBin descansaba profundamente. Parecía que no habían dormido en años. La mujer apagó la televisión sin hacer ruido y salió de la habitación, dejando la paz de la escena intacta.

La alarma sonó interrumpiendo la tranquilidad de la habitación. Felix abrió los ojos lentamente, notando la proximidad de ChangBin. Se había quedado dormido abrazándolo, y ahora el calor entre ellos lo hacía sentir algo extraño. Al darse cuenta, Felix se alejó suavemente, sin querer incomodar a su amigo.

"Buenos días", saludó con una sonrisa nerviosa.

ChangBin seguía adormilado, se frotó los ojos antes de mirar su reloj y responder. "Buenos días", se estiró antes de incorporarse entre las sábanas, desorientado por un segundo.
"¿Puedo usar el baño?"

"Claro, es todo tuyo"

ChangBin se levantó y entró al baño, lavándose el rostro con agua fría mientras intentaba despejar su mente. Aún sentía el calor del cuerpo de Felix junto al suyo, y por un segundo se quedó observando su propio reflejo, tratando de sacudir la incomodidad que eso le provocaba. Se pasó la mano por el cabello, peinándolo rápidamente, y salió encontrándose con Felix en su vestidor.

Acomodó la cama y se colocó los tenis. "Oye, gracias por eso"

ChangBin no le miró directamente, sólo se encogió de hombros. "No es nada"

"Eres más ordenado de lo que esperaba. Pensé que los empresarios como tú eran más... Desordenados"

ChangBin rió suavemente. "Bueno, no puedo dejar que te lleves una mala impresión"

"¿Vienes a desayunar conmigo o ya estás muy tarde?"

"Oh, vamos, me harás parecer una persona grosera si me niego"

"¿Qué puedo decir? Es parte de mi encanto. Vamos"

Ambos bajaron las escaleras en dirección a la cocina. La mesa ya estaba preparada con un desayuno abundante, una variedad de platos que parecían haber salido directamente de una revista gourmet.

ChangBin abrió los ojos impresionado. "Increíble. Esto parece un banquete", dijo mientras sacaba la silla para Felix.

"Es lo que pasa cuando dejas que te sirvan. Espero que te guste", tomó asiento y ChangBin lo hizo después.

"Gracias. Esto es mucho mejor que mi típica tostada y café rápido"

Comieron entre pequeñas conversaciones sobre la noche anterior, compartiendo anécdotas de su infancia y sus experiencias laborales. La tensión amistosa seguía presente, pero era sutil, casi imperceptible. Al terminar, ChangBin se puso de pie, miró su reloj y suspiró.

"Tengo que irme antes de que se me haga más tarde. El trabajo me espera", Felix sonrió.

"Yo también tengo una entrevista en un rato. Espero que te vaya bien con lo tuyo"

"Gracias. Y suerte con la entrevista. Estoy seguro de que lo harás genial"

Ambos se despidieron rápidamente, con esa mezcla de comodidad y ligera incomodidad que venía con una relación que aún estaba en sus primeras etapas. ChangBin subió a su auto y, mientras se alejaba, no pudo evitar recordar lo natural que había sido estar cerca de Felix, aunque apenas se conocieran.

The heart hurts [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora