XXIII

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Toda la historia será narrada por la escritora.

Después de la conversación con sus padres, ChangBin decidió quedarse un rato más en la mansión, buscando un poco de paz en ese espacio que le traía tantos recuerdos. La charla había aliviado algo de la carga que llevaba en el pecho, pero el vacío seguía allí, recordándole constantemente lo lejos que estaba de Felix, tanto física como emocionalmente.

Se paseó por el jardín, bajo la tenue luz del atardecer, sintiendo la brisa fresca en su rostro. Recordó cómo, en esos mismos jardines, había pasado tantas tardes despreocupadas, rodeado del amor de su familia. Sin embargo, ahora todo parecía más pesado, como si cada paso que daba lo hundiera un poco más en sus pensamientos.

No podía quitarse a Felix de la cabeza. Sus gestos, su risa suave y la manera en que sus ojos brillaban cuando estaban juntos... Todo eso lo atormentaba. A veces se preguntaba si Felix sentía lo mismo, si también lo extrañaba. Pero cada vez que pensaba en la boda inminente, sentía un nudo en el estómago. ¿Cómo podía estar tan cerca de perderlo para siempre?

Sentado en uno de los bancos del jardín, sacó su teléfono y lo miró, dudando si debería enviarle un mensaje a Felix. "¿Estará bien?" pensó, recordando los rumores en las redes sociales. La gente ya había empezado a notar la tensión entre ellos, aunque no lo dijeran directamente. Los comentarios insinuaban cosas que solo ellos dos conocían, y aunque ChangBin intentaba ignorar las habladurías, sabía que había algo de verdad en todo eso.

Finalmente, suspiró profundamente y guardó el teléfono en su bolsillo. No podía seguir así, consumido por la duda y el temor. Tenía que hablar con Felix, cara a cara. Pero ¿Cómo? Garfield parecía tenerlo siempre bajo su control, como una sombra que no lo dejaba respirar. La frustración lo consumía, y por un momento, sintió que el peso de todo eso era demasiado para él.

Justo entonces, su madre se acercó, notando la expresión sombría en su rostro. Se sentó junto a él en silencio, dándole el espacio para hablar si quería. ChangBin la miró, agradeciendo su presencia, pero sin saber qué más decir. Ya había desahogado sus sentimientos, pero aún sentía que algo faltaba. "A veces, no podemos controlar lo que otros hacen, pero sí cómo enfrentamos nuestras propias emociones", dijo su madre en voz baja, como si supiera exactamente lo que estaba pasando por su mente. "Felix debe encontrar su camino, pero eso no significa que tú debas esperar en la oscuridad, hijo"

ChangBin la miró, sorprendido por la sabiduría en sus palabras. Sabía que ella tenía razón. Aunque el deseo de estar con Felix lo consumía, también necesitaba cuidar de sí mismo, buscar claridad en medio de todo el caos.

"Gracias, mamá", murmuró, apoyando la cabeza en su hombro, dejando que la tranquilidad del momento lo envolviera.

Después de unos minutos en silencio, su madre se levantó y le dio un suave beso en la frente. "Siempre estaremos aquí para ti, sin importar lo que pase", le recordó antes de volver a entrar en la mansión, dejándolo solo con sus pensamientos.

El cielo comenzaba a oscurecer, y con esa última resolución en mente, ChangBin dejó el jardín, listo para enfrentar lo que viniera, aunque el camino fuera incierto y doloroso. ChangBin caminaba lentamente hacia el interior de la mansión, sintiendo el peso de la conversación con sus padres y los pensamientos que lo atormentaban. Sabía que algo tenía que cambiar, pero no sabía exactamente cómo dar el siguiente paso. Cada vez que pensaba en Felix, una mezcla de desesperación y cariño lo embargaba. ¿Cómo era posible que alguien llenara su vida de tanta luz y, al mismo tiempo, lo dejara tan vacío cuando no estaba?

Dentro de la mansión, todo seguía como siempre. Los sonidos familiares de la televisión en el fondo, el murmullo de las voces de sus padres charlando en la cocina... Era un lugar lleno de vida, pero a ChangBin le parecía que ese bullicio solo hacía más evidente el silencio que sentía por dentro. Se acercó a la ventana que daba al jardín y miró hacia afuera. Las luces del atardecer teñían el cielo de tonos cálidos, un contraste con el frío que sentía en el pecho.

The heart hurts [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora