XIX

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Toda la historia será narrada por la escritora.

Cuando llegaron a la mansión de Felix, todo cambió de manera abrupta. Tan pronto como cruzaron las puertas, Kim Garfield estaba allí, esperando, con una mirada que hizo que el corazón de Felix se detuviera. No hubo palabras. Garfield avanzó hacia él con una furia contenida, pero lo suficientemente visible como para hacer que Felix retrocediera instintivamente.

"¡Felix!",espetó Garfield, con una voz que no permitía respuestas. "Vas a venir conmigo"

Felix intentó hablar, pero Garfield ya lo había tomado del brazo con fuerza. ChangBin, al verlo, se movió para interceder, pero Felix lo detuvo con la mirada, temiendo que la situación empeorara si había una confrontación.

Garfield lo arrastró hasta su propio auto, y Felix no pudo hacer nada más que seguirle el paso. Subió al auto sin decir una palabra, y las puertas se cerraron con un golpe. El trayecto hasta la mansión de Garfield fue un tormento silencioso. Felix no sabía qué decir, qué hacer. Garfield no apartó la mirada de la carretera, pero su mandíbula estaba tensa, y su silencio era aún más aterrador.

Al llegar a la mansión de Garfield, lo obligó a bajar y lo condujo hasta una de las habitaciones. Cerró la puerta tras ellos, y se volvió hacia Felix, sus ojos llenos de una furia oscura.

"Lo sé todo", dijo, con una voz fría. "Sé lo que hiciste"

Felix sintió que el corazón le daba un vuelco.

"¿De qué estás hablando?", preguntó, intentando mantener la calma, pero su voz temblaba.

Garfield se acercó lentamente, como un depredador acechando a su presa. "Sé que te acostaste con Seo ChangBin. ¿Crees que no me daría cuenta?", Felix palideció. La sangre se le congeló al darse cuenta de que Garfield lo sabía. Su mente comenzó a correr, buscando desesperadamente una salida, pero Garfield no le dio tiempo. "Y ¿sabes quién más lo sabrá? Tu madre. ¿Te imaginas cómo reaccionará cuando le cuente que su hijo perfecto ha estado traicionando a su prometido?", el tono de Garfield era amenazante, y Felix sintió que el suelo se hundía bajo sus pies. "Te casarás conmigo, quieras o no", espetó Garfield. Su voz había tomado un tono tan bajo y peligroso que Felix apenas podía soportar escucharlo.

De repente, Garfield lo empujó con fuerza, haciéndolo caer al suelo. Felix se quedó allí, aturdido, su cuerpo temblando. Apenas podía procesar lo que acababa de pasar. Las lágrimas comenzaron a brotar sin control, y el miedo lo paralizaba. Garfield, en cambio, lo miraba con desprecio, como si ya hubiera ganado.

Felix, hecho un ovillo en el suelo, supo que tenía que salir de allí. No podía seguir en esa situación. Estaba atrapado, y lo único que quería era escapar, encontrar refugio en alguna parte. En ese momento, su mente solo pensaba en una persona: WooZi, su hermano.

Temblando, sacó su teléfono con manos temblorosas y marcó el número de WooZi, sollozando mientras trataba de explicarle lo que había pasado. WooZi, al escuchar a Felix en ese estado, no dudó ni un segundo en ofrecerle su ayuda. Sabía que no podía dejarlo solo en ese estado, especialmente con Garfield tan cerca.

WooZi llegó a la mansión de Garfield sin perder tiempo. Estaba decidido a sacar a Felix de allí antes de que algo peor pudiera suceder. La tensión era palpable, y al ver a su hermano menor destrozado, no pudo evitar sentirse aún más preocupado. Los ojos de Felix estaban rojos e hinchados por el llanto, y su cuerpo parecía más frágil de lo normal.

"Vamos, Felix. Vámonos de aquí", dijo WooZi, tomándolo del brazo con una mezcla de urgencia y protección.

Sin embargo, antes de que pudieran irse, la madre de Felix apareció en la puerta, con el rostro endurecido y la postura rígida. Había escuchado lo que había pasado. Las palabras de Garfield habían llegado a sus oídos, y ahora se plantaba frente a sus dos hijos, especialmente frente a Felix, con una mirada de desaprobación que lo perforaba.

The heart hurts [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora