Una cena un tanto rara.
Narra Reiji.
Termine de hacer la cena y poner la mesa, me gire para salir a la sala y hablarle a mis hermanos, pero una pequeña cabellera peli violeta estaba mirándome fijamente.
-¿Qué sucede Kanato?-baje levemente la mirada para poder verlo.
-Vengo por mis dulces- me miro de manera seria-quítate.
-Kanato, la cena ya esta lista, los comerás después ¿Si?-me comencé a acomodar los lentes- mejor ve a hablarle a los demás, la cena ya esta lista.
-Esta bien, pero no prometo nada, tal vez coma un poco y luego vaya por el postre- desapareció de mi vista, di un suspiro y espere a que llegaran.
Espere unos segundos y todos ya estaban aquí, todos a excepción de un peli __.
-¿Y donde esta T/n?- un chico de ojos azules y de mechas rubias dijo de una forma interesada desinteresada.
-El estaba dormido así que decidimos dejarlo ahí- Dijo un peli rojo/castaño con un pequeño sombrero en su cabeza, este se sentó en una de las sillas para agarrar un tenedor y comenzar a comer, pero esto fue interrumpido por un peli negro.
Narrador.
-Te agradecería que esperes a todos, debes cuidar tus modales, además no debieron hacer eso, voy a despertarlo, no tardo, y espero que cuando llegue siga estando tal y como lo deje- este salió por la puerta pero se detuvo por una pregunta.
-¿Por lo menos podemos comenzar a comer?- un chico de cabello peli rojo y ojos verdes interrumpió la salida de el mayor de manera aburrida- esperar no es digno de mi.
-No, solo esperen no me tardo- desapareció de la vista de los demás.
Apareció en el cuarto de aquel chico de cabellos __ y ojos rojizos como un rubí, esos ojos siempre captaban la atención de todo el mundo que lo rodeara, y sus hermanos no eran la excepción, envidiaban esos ojos tan rojizos, aunque es verdad que ninguno de ellos los poseía, nadie podía quedarse mucho tiempo hipnotizado por esos ojos, solo unos pequeños segundos, era algo que el segundo de todos envidiaba de el mas chico, pues su madre aunque no era una de las mejores siempre admiro los ojos de aquel chiquillo, esto le desagradaba un poco al de cabello oscuro, pero no podía decir que no, eran y son hermosos esos ojos de color, era una de las cosas que envidiaba de el, pero por más que lo quiera no podía salvarse de ser odiado o envidiado de alguna manera tratándose de el.
-Ey T/n, ya es hora de cenar, vamos- el peli negro lo movió de manera lenta y delicada para despertarlo con cuidado.
-Mmmj- el menor soltó un quejido de desagrado, para voltearse del lado contrarió de donde estaba el mayor.
-T/n, te quiero, pero no tolerare este comportamiento, levantate- el menor se movió de manera desesperante en la cama, esto alerto al mayor, en un solo parpadeo del mayor en menor ya estaba enroscado entre las cobijas con la cara tapada, lo único que lo delataba aparte de el bulto de cobijas era su cabellera- T/n, no estoy jugando, o te levantas ahora o ya vas a ver- le dijo de manera amenazante.
-El menor se zafo de las cobijas para mirar al mayor de manera molesta y gritar-¡¡No quiero!!- volvió rápidamente a enroscarse en ellas.
-Bien... si así lo quieres- este sonrió de manera sádica mientras miraba al menor-¡¡quien logre que T/n baje hasta la cocina y coma se lleva un postre extra!!.
El peli __ lo miro mientras seguía enroscado en las cobijas de manera enojada y ofendida.
-Te lo advertí- se izo a un lado para que un peli rojo/castaño, un peli rojo y un peli violeta aparecieran de forma repentina en su cuarto y se lanzaran como animales hacia su presa mientras se empujaban entre ellos.
El primero el llegar fue el peli rojo de ojos verdes, quien lo cargo y desapareció de la vista de los presentes.
-¡¡¡Ni lo creas Ayato!!!- se escucharon unas voces retumbar por toda la mansión, el recién nombrado solo sonrió de forma victoriosa mientras soltaba pequeñas risitas.
Aquel chico de ojos rojos y peli __ seguía en shock por todo lo que acababa de pasar en aquellos segundos, lo estaban cargando cual costal, en un parpadeo los otros dos faltantes en este caos aparecieron detrás de el, solo les sonrió y dejo que hicieran lo que quisieran, total, estaba muy cansado y no quería lidiar con estas tonterías de sus hermanos. Después de cenar y que llegara el postre.
-Bien yo espero mi porción extra-comentó Ayato mirando a Reiji el cual suspiro.
-Esta bien, ya vuelvo-se levantó de la silla para dirigirse a la cocina, no tardó mucho- aquí tienes, dos porciones-los dejo enfrente de Ayato el cual sonrió triunfante.
-¿Lo ven?, nadie se me compara-comenzó a comer una de sus porciones obteniendo una mirada fulminante de algunos, sobre todo uno, que casi casi se le salía el espíritu y comenzaba a ahorcarlo, un chico de cabello blanco veía esa escena con seriedad mientras comía su postre tranquilamente, esa paz fue arruinada por una pequeña cabellera de color __.
-¿Me das?-este puso cara de perro con hambre haciendo que el mayor se sonrojara y desviara la mirada.
-Por su puesto que no, no es mi culpa que no le hicieras caso a Reiji, en este momento no estarías pidiendo que te dé de comer-seguía comiendo, pero esta vez un poco incomodo por la manera en que el menor miraba su plato.
-Por favoooooor, por los viejos tiempos ¿Si?.
-¿Cuáles viejos tiempos?, no ha pasado tanto tiempo-Subaru parecía enojado por aquel comentario del chico de cabellera __.
-Ay por favor, tu tenías 9 años cuando todavía pasabas más tiempo conmigo y no tenía que pedirlo o incluso rogar- se cruzo de brazos mirándolo "enojado"-.
-Aun así no voy a darte-siguió comiendo mirando a cada segundo al más pequeño, dio un suspiro de derrota, corto un cacho del postre con la cuchara para extenderlo al menor, este lo miro sorprendido y no dudo ni un segundo en devorar lo que había en aquella cuchara.
-Gracias-agradeció con la boca llena para darle una sonrisa a al chico peli-blanco con toques rosas, ahora iría por su siguiente objetivo, pero... ¿Cuál sería?. Se quedo unos segundos analizando a cada uno de ellos, los trillizos ni de chiste le darían un bocado de su postre, sobre todo Ayato que había conseguido su postre no me lo devolvería, Reiji ya le había castigado con el postre así que el no era ni siquiera una opción para pensar o de ultimo recurso, solo quedaba una persona, el mayor de los Sakamaki, quien comía tranquilo y casi dormido, el... el era el indicado, casi dormido, no se daría cuenta, se acerco con sigilo a el, con su cuchara en mano, corto con éxito el postre, estaba por retirar la cuchara del plato cuando otra cuchara lo detuvo, en un parpadeo el postre que tenía en la cuchara desapareció junto con aquella cuchara que le prohibió el paso, vio hacia arriba encontrándose con los ojos azules del mayor quien lo veía un poco enfadado.
-¿Y tu qué crees que estas haciendo?-dijo con un tono de voz un poco ronca.
-Ammmm, ¿Comer?-dijo tratando de zafarse de aquella regañada, el de ojos azules solo levanto una ceja, el menor suspiro con derrota-perdón, no lo volveré a hacer-se levanto para darse la vuelta, antes de dar un paso y comenzar a avanzar un pequeño jalón lo detuvo haciéndolo voltear-.
-Terminátelo, ya no quiero-se acomodo en la silla para cerrar sus ojos sintiendo la mirada emocionada del menor quien comenzó a comer sin prestar atención a los demás, unos trillizos y un chico de cabello negro miraban mal al mayor, ellos sabían que no debía dárselo, Subaru veía la escena sonriendo, es verdad que no iba a hacer algo tan grande como darle su postre, Reiji le castigaría por ello, este estaba feliz de ver a su pequeño hermano, Shu solo sonreía de lado.
Eso es todo lectores, espero les haya gustado adiós <33.
Una pregunta antes de irme, si la quieren contestar claro esta, ¿Cuál es su Sakamaki favorito?, el mió es Kanato, pero también ahí se la lleva Subaru o Ayato.
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Un hermano mas. (Diabolik Lovers)
FanfictionUna historia a cerca de "T/n" (chico), que después de un tiempo vuelve a casa luego de un intercambio a Canadá, ¿qué pensarán sus hermanos de que vuelva?, ¿qué pasará con "la novia de sacrificio"?, ¿todo saldrá como T/n, quiere?