capítulo 12

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Ya ha pasado un mes desde que estoy en mi nueva escuela.Cada vez me cae mejor Pablo,es un chico increíble,tengo suerte de tenerlo.

Me levanté de la cama,era sábado y mamá quería que fuera al mercado con Molly pero como ella no estaba decidí llamar a Pablo para que me acompañara.

—Eres una pesada,hoy es sábado¿no lo sabes o qué?—me reprocha mi amigo por décima vez.Estoy apunto de colgarle.

—Cállate y ven a buscarme—le digo y cuelgo la llamada.

Dejo el celular en la mesita de noche para sacar la ropa del armario,elijo in jean negro y un hoodie rojo,hace frío.

Entro al baño y hago mi rutina para después vestirme y bajar a desayunar.
Mi mamá no está en casa y mi padre se fue de viaje.

Al estar frente del refrigerador me doy cuenta de que hay un papel en la primera puerta.Lo leo.

Mi niña recuerda buscar un nuevo trabajo para después de la escuela,es hora de que tengas tu propio dinero.Te quiero.

Rodé los ojos,ella seguía con eso,yo soy muy vaga para eso y ella lo sabe.

El timbre de la puerta me saca de mis pensamientos.

Corro hacia la puerta y abro.Como imaginé Pablo está frente a mí con una expresión de asesino en serie.Río por lo bajo y me fulmina con la mirada.

—Te odio tanto,Ariana—dice entrando de mala gana a la casa.Cierro la puerta y lo sigo.

Se lanza en el sofá y cierra los ojos.

—Tengo hambre¿quiénes algo de comer?—le pregunto y abre los ojos de golpe y pone una sonrisa pícara y asiente varias veces.Chico bipolar.

—Vamos.

Caminamos hacia la cocina y saqué los sándwiches del refrigerador y lo puse en la tostadora.Preparé un refresco de fresa y lo coloqué en la mesa.

Saqué los sandwiches y los coloqué en un plato para luego llevarlo a la mesa.Rápido Pablo se enderezó y comió del suyo y soltó el pedazo de pan porque se quemó.

—Espera,está caliente—lo regalé y él me sacó la lengua y hizo como si se estuviese abanicando la boca.Se veía gracioso.
                          
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—No me gusta,coge ese—llevábamos una hora discutiendo por el cereal que debíamos escoger.

—Pablo,el de pasas es mejor—insistí pero hizo caso omiso y cogió el que no tenía pasas.

Caminamos por la caja y soltamos toda las compras,la chica tenía una mirada aburrida y al vernos se puso a copiar en la caja cada cosa que escogimos.

Me puse a jugar con las uñas,ya me dolían los pies.Hemos pasado la mañana en el súper mercado y es estresante.

La chica terminó y pagamos para luego salir de una vez.

—Cargas tú esta bolsa y yo las otras dos¿ok?—dijo entregándome una de las bolsas y continuamos caminando.

Un grupo de chicos pasaron cerca de nosotros,uno de ellos me habló.

—Preciosa,¿quieres pasar un rato con nosotros?—me preguntó un chico rubio con una cazadora,tenía una sonrisa coqueta.

—Estoy ocupada—le enseño las bolsas.

—Te ayudo—sin dejarme decir nada coge las bolsas y me mira,con la misma sonrisa.

—Es que...ando con mi amigo—el chico mira encima de mi hombro a Pablo con un tono de desprecio.

—Da igual,que nos acompañe también—se encoge de hombros.

El cambio de la nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora